El "Cuadro de los Dávila" iba a ser otra de mis "películas" filmada junto a varios amigos para subir a YouTube. Lamentablemente, debido a la epidemia por el COVID-19 la tuvimos que cancelar. Desde que empezamos a grabar hasta ahora ha habido importantes cambios en las circunstancias de algunos actores. Además, la ropa que lleva Roberto en algunas escenas pretendía ser graciosa pero después de lo ocurrido con el virus a muchas personas les traerá malos recuerdos. En definitiva, que ya que no la vamos a terminar he decidido subir el guion y el material que teníamos filmado a este blog para que quede algo para el recuerdo. Hay algunas partes en las que solo está el texto y otras en las que este se acompaña de lo que habíamos grabado.
Los actores son (por orden alfabético del apellido):
Fran Barberena: Roberto
Alfredo C. Borja: Raúl
Ignacio Fernández: Braulio
Luis Fernández: Vicente
Esther Hijosa: Lucía
Maitane Iribarren: Isabel
Rubén Martín: Arturo
José A. Moler: Ricardo
Fernando Rípodas: Enrique
Ana Puy: Rosa
Cristina Zapata: Rebeca
Alicia Zubicoa: Alba
Créditos de inicio
Secuencia 1
(No hay imágenes)
Secuencia 1. Escena 1a. INT.
HABITACIÓN CASI VACÍA. DÍA.
En
una habitación casi sin muebles están ROBERTO (53) y LUCÍA (53).
Roberto lleva un buzo desechable que le cubre por completo, excepto
los ojos, ante los cuales tiene unas gafas de
plástico trasparente. El suelo está cubierto con un
bolsas
de basura vacías. Sobre las bolsas hay un lienzo en el
que hay dibujado un paisaje y un tubo para guardar carteles. Roberto
se acerca con cuidado al lienzo y empieza a enrollarlo. Lucía está
en una esquina y lo observa con incredulidad. Se aproxima a Roberto y
empieza a hablar.
LUCÍA
No me puedo creer que estés haciendo
esto. Es una locura. Seguro que –-
ROBERTO
(gritando)
¡Para! No te acerques más. No
deberías estar aquí. Podrías dejar rastros de DNA en la pintura y
nos descubrirían.
Lucía
se detiene. Piensa un instante.
LUCÍA
Van a encontrar el DNA del pintor. No
creo que se haya puesto una ropa así para hacer el cuadro.
ROBERTO
Eso da igual. He mirado en Internet y
la policía solo tiene el DNA de unas doscientas mil personas, todos
ellos delincuentes. Mi amigo el pintor es de lo más honrado.
LUCÍA
Entonces tampoco importa que
encuentren nuestro DNA. No lo tendrán en sus bases.
ROBERTO
Pero cuando se descubra el robo y que
nosotros tenemos un móvil para hacerlo nos lo pedirán. Por eso no
puede estar en el cuadro.
LUCÍA
¿Y si piden el de tu amigo?
ROBERTO
No lo pedirán porque nadie lo puede
relacionar con el cuadro. Es solo un aficionado a la pintura. No ha
hecho exposiciones. Es contable de profesión. Es imposible que
encuentren su rastro.
Lucía
asiente y luego se queda pensativa.
LUCÍA
¿Piensas ponerte esta ropa en casa
de tu hermano para cambiar el lienzo? Porque si no lo haces dejarás
tu DNA y te descubrirán.
ROBERTO
¡Claro que pienso ponérmelo!
LUCÍA
¡No seas ridículo! ¿Y si te ven?
ROBERTO
No me verán. Tengo todo el fin de
semana para hacer el cambio. Lo haré por la noche mientras la gente
duerme.
LUCÍA
Vamos a estar un montón. ¿Si alguno
te oye y baja a ver qué pasa?
ROBERTO
Tú te quedarás en el pasillo
vigilando. Si ves que se abre alguna puerta me mandas un mensaje al
móvil y me oculto.
LUCÍA
¡A mí no me metas en tus líos!
ROBERTO
Esto no es mi lío. Es algo que
también te afecta a ti y a nuestros hijos.
LUCÍA
Sabes que yo no valgo para estas
cosas. Me pongo muy nerviosa. Si aparece alguien no voy a saber qué
decir. No sé mentir. Me van a notar rara.
ROBERTO
Mi familia siempre ha pensado que
eres rara. No notarán la diferencia.
LUCÍA
No me extraña que tu familia piense
que soy rara, porque yo soy normal, a diferencia de todos vosotros.
Para muestra un botón.
Lucía
señala a Roberto con la mano. Este niega con la cabeza y sigue a lo
suyo.
Secuencia 2
Secuencia 2. Escena 2a. INT. SALITA
CASA VICENTE. DÍA.
En
una salita está VICENTE (60) leyendo.
Va vestido con una camisa y pantalones de pijama. En
ese momento entra ALBA (28). Se sorprende al verlo así.
ALBA
Papa, ¿todavía estás así?
Arréglate ya o vamos a llegar los últimos.
VICENTE
No sé para que te metimos en un
colegio de pago si no te ensañaron a llamar a la puerta antes de
entrar.
ALBA
¿No pensarás llevar esa camisa?
VICENTE
¿Qué tiene de malo?
ALBA
Que es vieja, está pasada de moda y
pareces un indigente.
VICENTE
Es que casi soy un indigente.
Recuerda que llevo tres años en el paro.
ALBA
En cuanto se venda el cuadro no
tendrás que preocuparte por eso.
VICENTE
Cuando reciba el dinero de la venta
me vestiré bien.
ALBA
Entonces no hará falta. Es ahora
cuando tienes que ir bien elegante.
VICENTE
¡Qué pereza! ¿Por qué no vas tú
sola? Ya eres mayor.
ALBA
¡Ni hablar! Van a pensar que eres un
pesetero, y con razón. El día que quedasteis para votar si se
vendía el cuadro fuiste el primero en llegar a casa del tío
Ricardo. Se notaba que estabas loco porque saliera que sí. Si ahora
no vas van a pensar que lo único que te une a la familia es el
interés.
VICENTE
Es que es lo único que me une a
ellos.
ALBA
Son los hermanos de mamá. Son mis
tíos.
VICENTE
Siempre me han mirado por encima del
hombro. Despreciaban a tu madre por casarse con un don nadie. Seguro
que si no voy no me echarán de menos.
ALBA
(suplicante)
No digas eso. Venga, hazlo por mí.
VICENTE
No entiendo por qué tienes tantas
ganas de ir. Hasta hace pocos años ponías mil excusas para librarte
de esta cena.
ALBA
Antes era una cría. Ahora he
madurado. Además, es una forma de honrar a los abuelos.
VICENTE
A dos que ya están muertos. La
familia de tu madre siempre ha sido bien rara. ¡Mira que celebrar el
aniversario de boda de dos fallecidos! No creo que donde están les
importe que sus hijos se acuerden de ellos.
Alba
suspira.
ALBA
¿Me vas a hacer ir sola?
Vicente
lo piensa un instante y luego cede.
VICENTE
¡Está bien! Pero este es el último
año que voy, ¿comprendido?
Alba
se acerca y lo abraza.
ALBA
Comprendido. Y ponte la ropa que te
regalé para Reyes.
VICENTE
¡Pero si parezco un figurín!
ALBA
Hazme caso que te sienta muy bien.
Vas a ser la envidia de todos.
Secuencia 3. Escena 3a. INT.
HABITACIÓN. DÍA.
En
una habitación está ROSA (50) haciendo la maleta. A su lado está
BRAULIO, que la observa algo aburrido.
ROSA
¿Te has fijado si he metido el
secador de pelo?
BRAULIO
Lo has metido.
Rosa
mira su reloj apresurada.
ROSA
Llevo tres horas haciendo la maleta y
seguro que me dejo algo.
BRAULIO
Tranquila, cariño, que no te dejas
nada. Además, vamos al pueblo a la casa de tus hermanos, no al
Himalaya.
ROSA
Voy a tener que dejarlo porque sino
vamos a llegar tarde.
BRAULIO
¿Tarde? Si siempre llegamos los
primeros.
ROSA
No sé si me apetece mucho la cena
familiar.
BRAULIO
Seguro que cuando estés allí lo
pasarás bien.
ROSA
¡Me da tanta pena que se vaya a
vender el cuadro!
BRAULIO
Al final es un pedazo de tela por el
que os van a dar un montón de dinero. No os podéis quejar.
ROSA
Ha pertenecido a nuestro linaje desde
siempre. Lo pintó Fernández Chocarro.
Braulio
pone cara de aburrimiento.
ROSA (CONT’D)
Se lo regaló a una antepasada mía
de la que estaba enamorada, aunque ella no le correspondía.
BRAULIO
Lo sé, me lo has contado mil veces.
Que lo pintó en 1673, cuando era pintor de cámara de Carlos II.
ROSA
No es ninguna tontería. Ya ves que
mi familia desciende de auténticos cortesanos.
BRAULIO
Nadie lo diría viéndoos ahora.
ROSA
La verdad. Yo enfermera y soy de lo
más glamuroso de la familia. Del resto mejor ni hablar. Y encima
unos peseteros.
Braulio
se encoje de hombros.
BRAULIO
El dinero es importante.
ROSA
Entiendo que Vicente y Arturo votaran
a favor de la venta. Vicente realmente no es de la familia y Arturo
es muy joven y solo piensa en el día a día, pero Raúl y Ricardo no
lo puedo entender. Los dos tienen un sueldo.
BRAULIO
Pero no será gran cosa. No se cuánto
le darán a Raúl por su discapacidad y Ricardo es funcionario.
ROSA
Pero no tienen hijos. Todo el sueldo
es para ellos.
BRAULIO
A Ricardo le gusta frecuentar a las
señoritas de compañía, y no son baratas. Luego está el
mantenimiento de la casa. Es grande. Ahí se les irán muchos euros.
ROSA
¡Menos mal que no la han vendido!
Secuencia 4
(No hay imágenes)
Secuencia 4. Escena 4a. INT. SALÓN
PRINCIPAL. DÍA.
En
el salón de una casa están RAÚL (55) y RICARDO (55). Raúl está
junto a un cuadro que hay colgado en la pared. Ricardo está leyendo
sentado en el sofá.
RAÚL
¿Te das cuenta de que va a ser la
última reunión familiar en la que este cuadro esté presente?
RICARDO
Tú también votaste para venderlo.
RAÚL
Porque me lo pediste. Y porque el
dinero nos vendrá bien. Sabes que soy práctico, pero eso no quiere
decir que no vaya a echarlo de menos.
RICARDO
A mí nunca me ha gustado.
RAÚL
No se trata de gustar o no gustar.
Tiene un valor sentimental.
RICARDO
No sé qué valor le atribuyes. Para
nuestro padre era más importante el cuadro que sus hijos. Prefirió
que pasáramos hambre a venderlo.
RAÚL
No exageres. Nadie en nuestra familia
ha pasado hambre.
RICARDO
Es un decir. No nos ha faltado de
nada, pero de haberlo vendido hubiéramos tenido una infancia más
feliz.
RAÚL
Yo tuve una infancia feliz.
En
ese momento suena el timbre de la puerta. Ricardo mira su reloj y
luego a Raúl.
RICARDO
Ya están aquí los primeros. Seguro
que son Braulio y Rosa. Son los más puntuales.
RAÚL
¿Abres?
RICARDO
(en alto y hacia la puerta)
¡Voy!
Raúl
se queda observando el cuadro. La siguiente Escena es en realidad una
continuación de esta.
Secuencia
4. Escena 4b. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Raúl
sigue observando el cuadro. En ese momento entran Ricardo, Rosa y
Braulio. Este lleva la maleta que han montado en el coche en la
Escena 3a.
RICARDO
Tal y como te he dicho, eran Braulio
y Rosa.
ROSA
¡Hola, Raúl!
BRAULIO
¡Buenos días!
RAÚL
¿Cómo estáis?
ROSA
No nos podemos quejar. ¿Tú qué
tal?
RAÚL
Tampoco me quejo.
RICARDO
Sentaos. ¿Queréis tomar algo?
ROSA
Sí. Un agua, por favor.
BRAULIO
Para mí una cerveza, si tienes.
RICARDO
Claro que tengo. Te la pongo ahora
mismo.
Ricardo
desaparece. Se quedan Braulio, Rosa y Raúl, que se quedan junto al
cuadro. Rosa lo mira con interés.
ROSA
Voy a echarlo de menos.
RAÚL
Supongo que todos lo haremos.
ROSA
Espero que la venta no afecte al
ambiente de este fin de semana.
RAÚL
Y yo, aunque con el cabreo que se
cogió Roberto cuando se decidió vender me espero cualquier cosa.
ROSA
Supongo que ya lo habrá digerido.
RAÚL
No creo, pero confío en que al menos
se comporte.
En
ese momento vuelve a sonar el timbre.
BRAULIO
Otros que vienen.
Desde
otra habitación llega la voz de Ricardo.
RICARDO (O. S.)
Tranquilos, abro yo.
RAÚL
Así que el viaje bien.
BRAULIO
Mejor de lo que esperábamos. Como
los puentes han sido hace poco se ve que este fin de semana la gente
no ha viajado.
ROSA
Y el clima ha acompañado.
En
ese momento entran en el salón Ricardo, REBECA (63) y ENRIQUE (62).
Enrique lleva una ropa extravagante, tipo años ochenta. Cada uno de
ellos trae una maleta pequeña.
RICARDO
Rebeca ha traído a un amigo.
Enrique, verdad, me has dicho que te llamas.
ENRIQUE
(amanerado)
Sí. Así me llamo, cielo.
El
resto se levanta del sofá y se van saludando. Cuando Raúl le da la
mano a Enrique hace un gesto como si hubiera recibido una descarga
eléctrica y luego se queda muy serio, lo mira fijamente y le sujeta
la mano con firmeza. Enrique al principio mira a Raúl con sorpresa,
luego con enfado y luego sonríe de manera fingida y se separa de él.
Luego habla hacia Rebeca.
ENRIQUE (CONT’D)
Cariño, no me habías dicho que
tenías unos hermanos tan fantásticos.
ROSA
Seguro que no. Rebeca jamás hablaría
bien de sus hermanos.
REBECA
Yo siempre he hablado de mis hermanos
como se merecen.
Rosa
va a contestar pero Braulio la sujeta por el hombro, le da una
pequeña caricia y le hace un gesto con la cabeza para que se
tranquilice. Luego saluda a Rebeca y a Enrique.
BRAULIO
Estás muy bien, Rebeca. Te veo
estupenda. Encantado, Enrique.
REBECA
Gracias. ¿No ha venido nadie más?
RICARDO
De momento no, pero me imagino que el
resto estarán a punto de aparecer.
ROSA
Apuesto a que Arturo llega el último.
RICARDO
Yo voto porque serán Vicente y Alba.
BRAULIO
A los Dávila os encanta votar.
RAÚL
No lo había pensado, pero parece que
todo lo decidimos así.
RICARDO
Arturo no viene solo.
ROSA
¿Trae una novia?
REBECA
¿Alguna vez ha tenido novia? Le
duran las parejas unas semanas. He renunciado a aprenderme los
nombres de sus amiguitas. Es un esfuerzo que no merece la pena.
RICARDO
Creo que a esta no la conocemos. Otra
nueva.
RAÚL
Qué pena que no siga con la de la
última vez. Era una chica muy agradable.
BRAULIO
Y guapísima, la verdad.
Secuencia 5
(No hay imágenes)
Secuencia
5. Escena 5a. EXT. PUERTA DE LA CASA. DÍA.
En
la misma puerta en la que hemos visto en la escena 4b están ARTURO
(32) e ISABEL (32). Hablan en voz baja. Isabel lleva una maleta
pequeña.
ISABEL
Me da corte conocer a toda tu familia
de golpe.
ARTURO
Tranquila. Son muy raros, pero no te
van a comer.
ISABEL
Además, quedarme todo el fin de
semana. ¿Qué pensarán? No llevamos juntos ni dos meses.
ARTURO
Que piensen lo que quieran. Seguro
que no se escandalizan. En esta familia ya hemos visto de todo.
Arturo
pulsa el timbre. Isabel se mira la ropa. Va vestida de forma
informal.
ISABEL
¿Voy bien?
ARTURO
Sí, fenomenal.
ISABEL
Igual debería haberme puesto algo
más elegante.
ARTURO
Para nada. Hay confianza.
ISABEL
Pero me dijiste que mañana cenamos
en un restaurante, ¿no?
ARTURO
Sí. Vamos al único que hay en el
pueblo. Pertenece a una rama de la familia. Primos de mis tíos y
así. Yo casi ni los conozco.
ISABEL
Es un poco extraño celebrar el
aniversario de boda de unos muertos, y más hacerlo en un
restaurante.
ARTURO
Ya te he dicho que mi familia es
rara.
En
ese momento se abre la puerta y aparece Ricardo. Abraza a Arturo.
RICARDO
Hola, Arturo.
ARTURO
Hola, tío.
Ricardo
se dirige a Isabel.
RICARDO
¿Cómo estás? Perdóname, Arturo me
dijo tu nombre pero lo he olvidado.
ISABEL
Isabel.
RICARDO
¡Isabel, es verdad! Recordaba que
empezaba por i latina pero no estaba seguro de si era Inés, Inma o
qué.
ISABEL
Gracias por haberme invitado.
RICARDO
De nada. Siéntete como si estuvieras
en tu casa. Por cierto, yo me llamo Ricardo.
ISABEL
Espero acordarme. También soy un
desastre para los nombres.
ARTURO
En esta familia lo tienes fácil.
Todos mis tíos tienen nombres que empiezan por erre.
ISABEL
¿De verdad?
RICARDO
Así es. Una rareza más de mi padre.
Ahora te los presento.
ARTURO
¿Estamos ya todos?
RICARDO
No, pero solo faltan por llegar Alba
y Vicente.
ISABEL
Esos nombres no empiezan por erre.
ARTURO
Alba es mi prima. Afortunadamente la
excentricidad de mi abuelo no saltó a nuestra generación. Vicente
es su padre y es el viudo de mi tía Rocío. Rocío con erre,
lógicamente.
En
ese momento aparca un coche junto a la puerta. Ricardo señala hacia
él.
RICARDO
Precisamente aquí llegan.
Vicente
y Alba se bajan del coche. Ambos van vestidos informales pero
elegantes. Vicente se dirige hacia el maletero. Isabel, Arturo y
Ricardo se acercan hacia ellos. Arturo presenta Alba a Isabel.
ARTURO
Esta es Alba, mi prima favorita.
Alba
e Isabel se besan en la mejilla.
ALBA
Porque soy la única que le aguanta.
Alba
besa a Ricardo.
RICARDO
Cada día estás más guapa.
ALBA
Gracias tío. Tú sí que eres mi tío
favorito.
Aparece
Vicente con una maleta muy grande.
RICARDO
¡Madre mía qué maleta! ¿Pensáis
quedaros el fin de semana o todo el mes?
VICENTE
Tu sobrina, que todo le parece poco.
Llevamos ropa como para abrigar a todo el Tíbet.
Vicente
y Ricardo se dan la mano. Luego Vicente le pone la mano en el cuello
a Arturo y le habla señalando hacia Isabel.
VICENTE (CONT’D)
¿Tu novia?
ISABEL
De momento amigos. Me llamo Isabel.
Vicente
e Isabel se besan en la mejilla.
VICENTE
Encantado.
RICARDO
Vamos dentro que ya estamos todos.
VICENTE
¿Somos los últimos?
ALBA
Por tu culpa.
RICARDO
No pasa nada. Todavía es pronto.
Ricardo
coge la maleta a Isabel y le habla a ella y a Arturo.
RICARDO (CONT’D)
Yo te la llevo. ¿Solo habéis traído
esto?
ARTURO
Sí. Es todo de Isabel. Yo me vengo
con lo puesto. Me imagino que mis cosas seguirán aquí.
RICARDO
Aquí sigue todo lo tuyo como lo
dejaste la última vez. Os he preparado tu habitación.
Arturo
asiente.
Escena 6a
(Sin imágenes)
Secuencia
6. Escena 6a. INT. SALÓN PRINCIPAL. NOCHE.
En
el salón están todos tomando algo. Se han distribuido en tres
grupos. En uno están Rosa, Braulio, Vicente y Alba. En un sofá
charlan Arturo e Isabel. Junto al cuadro están Raúl, Roberto,
Ricardo, Lucía, Rebeca y Enrique.
ENRIQUE
(amanerado y exagerando)
Es maravilloso. ¡Qué trazos! La
gente adora a Goya y Velázquez, y no me parece mal, pero ignoran al
magistral Fernández Chocarro. Para mí es el mejor representante de
la escuela madrileña.
REBECA
Cuando le comenté a Enrique que
teníamos un Fernández Chocarro auténtico en la familia no se lo
podía creer. Ha querido venir a verlo antes de que lo vendamos.
ENRIQUE
¿No os da pena desprenderos de él?
RICARDO
Sí, pero tenerlo en casa nos obliga
a pagar un seguro bastante caro.
RAÚL
Y a tener un sistema antirrobo que
tampoco es barato.
Roberto
y Lucía se miran con preocupación. Luego Roberto le habla a Raúl.
ROBERTO
¿Habéis instalado un sistema de
seguridad para el cuadro?
RAÚL
No nos ha quedado alternativa.
ROBERTO
Esto es nuevo. Nunca nos había hecho
falta.
RICARDO
Nos lo ha exigido el Prado. Hasta
hace poco solo la familia sabía de la existencia del cuadro. El
peligro de robo era muy bajo. Pero al salir la noticia de la venta en
la prensa seguro que ha despertado el interés de los ladrones.
LUCÍA
Qué curioso, no se nota nada. Me
refiero a que no me había dado cuenta de que hubiera un sistema de
seguridad. ¿Nos está grabando alguna cámara?
RAÚL
Es un sistema bastante sofisticado.
Son sensores que están en el cuadro y en la zona que lo rodea. No se
basa en cámaras.
ROBERTO
¿Quieres decir que al tocarlo se
activa alguna alarma?
Roberto
se acerca hacia el cuadro y lo toca como con curiosidad. Luego
recorre el salón con la mirada.
ROBERTO (CONT’D)
Pues no ha pasado nada.
RICARDO
Hemos avisado a la empresa de
seguridad de que veníais varios familiares. Han apagado los sensores
para que no les estén saltando avisos constantemente. Cuando nos
vayamos a dormir les llamaré para que lo activen de nuevo.
LUCÍA
¿Así que de día va a estar
desactivado y de noche encendido?
RAÚL
Sí. También lo activaremos mañana
cuando vayamos a cenar al restaurante.
Lucía
y Roberto vuelven a mirarse con preocupación.
ENRIQUE
¿Has dicho que os ha obligado a
instalarlo el Prado? Había entendido a Rebeca que iba a ir al
Metropolitan.
ROBERTO
Cuando anunciamos que lo vendíamos
el primero que se interesó fue el Met, pero el Gobierno dijo que un
cuadro tan importante no podía abandonar España. El Prado igualó
la oferta.
ENRIQUE
¡Menos mal!
ROBERTO
Que conste que yo no apoyo la venta.
Si por mí fuera no saldría de esta casa.
REBECA
Yo pienso lo mismo, pero hay mucho
traidor en esta familia.
RAÚL
No empieces.
Lucía
mira a su marido y al resto y pone cara de preocupación. Luego se
dirige hacia Enrique. Se le nota que intenta cambiar de conversación.
LUCÍA
¿Hace mucho que os conocéis? Rebeca
no nos había hablado de ti.
ENRIQUE
¿No? La verdad es que hace bastantes
años. Igual diez o más.
RAÚL
¿Sois compañeros de trabajo?
Rebeca,
irritada, los interrumpe.
REBECA
Bueno, ya está bien de tanto
interrogatorio. Nos conocemos hace tiempo. A él le gusta mucho el
arte. Salió el tema del cuadro y quiso verlo. Ya os ha dicho que es
un gran entendido de la obra de Fernández Chocarro.
Roberto
le habla a Enrique.
ROBERTO
Tú que aprecias a ese pintor supongo
que entiendes que no quiera que el cuadro se venda.
ENRIQUE
Sí, pero me imagino que os habrán
pagado una buena suma.
ROBERTO
El acuerdo todavía no está cerrado.
Podemos echarnos atrás si cambiamos de opinión.
RICARDO
No hay vuelta atrás. Eso ya se votó.
Todos asumimos que se aceptaría la decisión de la mayoría. El mes
que viene el cuadro se irá para el Prado.
Roberto
resopla enfadado. Rebeca también pone cara de indignación.
Escena 6b
Secuencia 6. Escena 6b. INT. SALÓN
PRINCIPAL. NOCHE.
Siguen
como estaban en la escena anterior, pero ahora la cámara se centra
en Arturo e Isabel, que están hablando en un sofá.
ARTURO
¿Estás más tranquila?
ISABEL
Sí. Ya sabes que soy muy cortada y
conocer a tanta gente de golpe me resulta duro.
ARTURO
Bueno, pues ya pasó. Ahora ya los
tienes fichados.
ISABEL
No te creas. Ha sido agobiante.
ARTURO
Poco a poco, tienes todo el finde
para conocerlos.
Isabel
mira hacia el grupo de Ricardo, Rebeca, Roberto, Enrique, Lucía y
Raúl.
ISABEL
Una cosa, ¿ese de ahí ha dicho que
se llama Enrique?
Vemos
a Enrique.
ARTURO
Creo que sí.
ISABEL
¿Crees? ¿No lo conoces?
ARTURO
No. Es la primera vez que lo veo. Lo
ha invitado mi tía Rebeca.
ISABEL
Eso me ha parecido que decían. Me ha
llamado la atención que tu tía Rebeca y él se parecen mucho
físicamente. Parecen más hermanos ellos que el resto de tus tíos
entre sí.
Arturo
mira en derredor con interés. Luego le habla a Isabel.
ARTURO
Entiendo a qué te refieres. Es
verdad que mis tíos parecen cada uno hijo de un padre diferente.
Algo que es posible, porque mi abuela era de armas tomar. Tampoco me
extraña que Enrique se parezca a Rebeca. Ella es una ególatra así
que habrá buscado algo similar a sí misma.
Isabel
sigue mirando al mismo grupo.
ISABEL
Otra cosa que me ha llamado la
atención son los ojos de tu tío Raúl.
Vemos
a Raúl.
ARTURO
Te fijas en todo.
ISABEL
Es que son muy llamativos.
ARTURO
Le cayó un rayo.
ISABEL
¿En los dos ojos?
ARTURO
Peor aún. Le entró por un ojo y le
salió por el otro.
ISABEL
¿Qué me dices? ¿Me tomas el pelo?
ARTURO
Para nada. Es muy malo que te caiga
un rayo, pero mucho peor es que te salga. El ojo de salida le quedó
peor que el de entrada. De hecho, ese lo tiene de cristal. Del otro
distingue alguna sombra o así.
ISABEL
¡Qué pobre! ¿Le pasó hace mucho?
ARTURO
De niño. Pero está acostumbrado y,
casi te diría, que encantado.
Isabel
pone cara de asombro.
ARTURO (CONT’D)
Él dice que vio la luz.
Isabel
todavía está más asombrada.
ARTURO (CONT’D)
En eso le doy la razón, porque tuvo
que ser un fogonazo de mil pares. Pero es que también piensa que le
quedó una especie de clarividencia. Como un súper poder.
Isabel
lo mira con la boca abierta.
ARTURO (CONT’D)
Vamos, que yo creo que le fundió el
cerebro y se quedó como una cabra, pero es majo y, comparado con el
resto de la familia, bastante razonable.
En
ese momento Isabel mira hacia donde está Raúl y pone cara de
preocupación.
ISABEL
¡Cuidado que viene hacia aquí!
Vemos
a Raúl separarse del grupo en el que estaba y dirigirse hacia Isabel
y Arturo.
ISABEL (CONT’D)
¿Nos habrá oído?
ARTURO
Tranquila que no. Lo de los súperpoderes solo se lo cree él.
En
ese momento Raúl llega junto a ellos y le habla a Isabel.
RAÚL
Seguro que Arturo te está contando
lo del rayo.
Isabel
lo mira sorprendida.
ARTURO
Le estaba poniendo al día de la
familia.
RAÚL
Trátala bien que esta chica parece
maja.
ISABEL
Gracias.
ARTURO
Yo a todas las trato bien.
Raúl
se dirige a Isabel.
RAÚL
Ten cuidado con este que es un bala
perdida. En eso se parece a mi madre.
ARTURO
Tío, no me pongas tan mala fama.
RAÚL
Hazme caso que sé lo que me digo.
En
ese momento Raúl toma de la mano a Isabel en un gesto de confianza.
Al hacerlo se produce una descarga similar a la que había ocurrido
con Enrique. Raúl se queda muy serio mirando a Isabel. Esta se
asusta y aparta la mano. Luego mira al cuadro, a Raúl y pone cara de
preocupación.
Escena 6c
(No hay imágenes)
Escena 6c
(No hay imágenes)
Secuencia 6. Escena 6c. INT. SALÓN
PRINCIPAL. NOCHE.
Continúa
la secuencia anterior pero ahora vemos al grupo formado por Rosa,
Braulio, Alba y Vicente. Tienen copas en la mano. Vicente y Rosa
hablan. Alba y Braulio se miran con interés.
VICENTE
Dicen que la crisis está remitiendo.
A ver si es verdad. En estos momentos y con mi edad es imposible
encontrar trabajo.
ROSA
Llevas mucho en el paro, ¿verdad?
VICENTE
Va a hacer tres años.
ROSA
Es mucho. ¿Os apañáis bien?
VICENTE
Lo peor ha pasado. A Alba le han
ofrecido un buen trabajo y va a ganar bastante dinero. Para mí solo
con la pensión de viudedad de Rocío tengo suficiente.
BRAULIO
Alba, ¿vas a cambiar de trabajo?
ALBA
Todavía no es definitivo, lo estoy
pensando. Donde estoy ahora me pagan una porquería y me tienen
explotada. Aunque tiene algunas ventajas, como que lo tengo en la
puerta de casa.
BRAULIO
¿El nuevo te queda más lejos?
ALBA
Unos miles de kilómetros más lejos.
En China.
BRAULIO
(muy sorprendido)
¿En China?
VICENTE
Pero solo son dos años y le pagan
muy bien. Le ponen hasta chófer, solo te digo eso. Después seguiría
trabajando en España.
Braulio
se queda mirando fijamente a Alba.
ROSA
Claro, tú sabes chino.
ALBA
Sí. Mi madre, que tenía mucha
visión de futuro y me dijo que lo estudiara.
ROSA
¿Y vas a trabajar en lo tuyo?
ALBA
Sí. Están buscando ingenieros
especializados en energías renovables.
ROSA
Dos años tan lejos pueden resultar
duros pero serán una experiencia increíble.
VICENTE
Es lo que yo le digo. No puede
desaprovechar una oportunidad así. Pero a ella le da pena irse por
mí. Por no dejarme solo.
ROSA
Claro, es natural.
BRAULIO
Si se va se acabó ver a los que
estamos aquí durante dos años.
Alba
baja la cabeza y mira hacia su copa. Están unos instantes en
silencio. Luego Rosa mira hacia su reloj.
ROSA
Ya es tarde. Yo me voy a ir a la
cama. Mañana quiero levantarme temprano y dar un paseo por el
pueblo. ¿Vosotros os quedáis?
VICENTE
Yo también me voy. Me despido de
todos y subo a la habitación.
ALBA
Yo me voy a quedar un rato. Me
apetece hablar con Arturo y con su nueva novia.
Escena 6d
(No hay imágenes)
Secuencia
6. Escena 6d. INT. SALÓN PRINCIPAL. NOCHE.
Vamos
viendo desaparecer a los diferentes invitados. Los primeros en irse
son Braulio, Vicente y Rosa. Las posiciones que ocupaban los que se
quedan van variando. También la distribución de los vasos en la
sala. Luego se va Raúl. Algo más tarde Rebeca y Enrique. Después
Alba, Arturo e Isabel. Finalmente solo quedan Lucía, Roberto y
Ricardo. Lucía señala hacia la mesa.
LUCÍA
Te ayudamos a recoger esto.
RICARDO
No, dejad. Lo hacemos por la mañana
con calma. Es tarde y estoy cansado.
ROBERTO
¿Seguro? No nos cuesta nada.
RICARDO
Mejor no, que además tengo que poner
el lavavajillas y hace mucho ruido.
LUCÍA
Pues yo me voy a la cama que no puedo
más.
ROBERTO
Ni yo. No he parado en todo el día.
Luego
Roberto le habla a Ricardo.
ROBERTO (CONT’D)
¿Vienes?
RICARDO
Enseguida, pero subid vosotros que yo
todavía tengo que llamar a los de la empresa de seguridad para que
activen la alarma.
Roberto
asiente y se dirigen hacia la puerta.
Secuencia 7
Secuencia
7. Escena 7a. INT. HABITACIÓN ARTURO. NOCHE.
En
una habitación están Arturo e Isabel. Isabel está deshaciendo la
maleta. Echa un vistazo en derredor y luego habla.
ISABEL
Así que viviste aquí hasta los
dieciocho años.
ARTURO
Desde los quince hasta los dieciocho.
Cuando mis padres murieron en el accidente se hicieron cargo de mí
mis tíos Raúl y Ricardo.
ISABEL
Pero ahora vienes muy poco.
ARTURO
Normal. Cuando empecé en la
universidad tuve que irme a la capital así que volví a vivir en la
casa de mis padres. Al principio venía aquí todos los fines de
semana pero luego ya sabes lo que pasa. Empiezas a vivir una vida
diferente y al final te distancias.
ISABEL
Tus tíos parecen muy majos.
ARTURO
Raúl y Ricardo, sí. El resto,
bueno. Hay de todo.
ISABEL
Me ha parecido que había algo de
fricción entre ellos por el tema del cuadro.
ARTURO
Sí. La reunión en la que votamos si
se vendía o no fue bastante tensa. Ahí nos dijimos de todo. Hoy se
han comportado, pero habrá que ver mañana cómo va la cosa.
ISABEL
Así que el reparto es entre seis.
Tú, Vicente y tus tíos vivos.
ARTURO
Sí. Seis partes.
ISABEL
Aún así es muchísimo dinero el que
os va a tocar a cada uno.
ARTURO
No está mal, pero en realidad
debería haber sido todo para mí.
Arturo
mira hacia el infinito con el rostro serio. Después se da cuenta de
Isabel lo observa esperando una explicación.
ARTURO (CONT’D)
Mi padre era el mayor de los
hermanos.
ISABEL
Por cierto, ¿cómo se llamaba?
¿Ruperto? ¿Rodolfo? ¿Rogelio?
ARTURO
Rafael.
ISABEL
No está mal.
Arturo
asiente y comienza a hablar.
ARTURO
La cuestión es que el cuadro siempre
lo había heredado el primogénito de la familia. Por lo tanto mi
padre debería haber sido el heredero. Lo que pasa es que murió
antes que mi abuelo.
ISABEL
¿Tu abuelo pensó que eras demasiado
joven para heredar o, sencillamente, pensó que no eras realmente el
primogénito?
ARTURO
Creo que fue lo último.
ISABEL
En ese caso el cuadro debería
heredarlo el siguiente más viejo. Supongo que será tu tía Rebeca.
ARTURO
Así es. Ella era la segunda. Lo que
pasa es que de joven fue muy rebelde. Siempre quiso llevar su vida.
Se enfrentó muchas veces a mi abuelo. Se marchó de casa en cuanto
fue mayor de edad.
ISABEL
Así que tu abuelo no quiso dejarla
heredera.
ARTURO
Exactamente. Los siguientes en orden
son Raúl y Ricardo. El cuadro hubiera tenido que dividirse entre
dos.
ISABEL
¿Son gemelos? No se parecen en nada.
ARTURO
Son mellizos.
ISABEL
Tu abuelo debió de pensar que para
dividirlo entre dos lo mismo daba dividirlo entre todos sus
descendientes.
ARTURO
Y así lo hizo. El cuadro pertenece a
los seis, aunque el albacea es mi tío Ricardo.
Secuencia 8
Secuencia
8. Escena 8a. INT. HABITACIÓN ROBERTO. NOCHE.
ROBERTO
Lo del sistema de seguridad ha sido
un golpe bajo.
LUCÍA
Igual es mejor. Así te olvidas de
cambiar el cuadro. No era buena idea. Te hubieran descubierto.
ROBERTO
¡Descubrirme! ¿Por qué?
LUCÍA
Porque se hubieran dado cuenta de que
era una falsificación.
ROBERTO
Se hubieran dado cuenta los del
museo, pero ellos no lo tendrán hasta dentro de un mes. Seguro que
mis hermanos no se enteraban. La falsificación es muy buena.
LUCÍA
El museo contrataría un detective y
ataría cabos hasta llegar a ti. Esa gente es muy lista y tienen
muchos medios.
ROBERTO
No hubieran podido saber que había
sido yo. Sin pruebas no hay delito. Igual mis hermanos sospechaban de
mí, pero siempre les quedaría la duda. Además, mi intención no
era venderlo así que no habría rastros.
LUCÍA
Ahora eso da igual. Con el sistema de
seguridad activado no puedes hacer nada.
ROBERTO
Ya lo creo que puedo hacer. Y lo voy
a hacer.
Lucía
lo mira asustada.
ROBERTO (CONT’D)
Daré el cambiazo de día mientras
los sensores están desactivados.
LUCÍA
¿Estás loco? ¿Piensas andar por la
casa con ese mono a plena luz del día?
ROBERTO
Tendré que hacerlo. Ese cuadro
siempre ha sido de la familia y tiene que seguir siéndolo.
Lucía
niega con la cabeza derrotada.
Secuencia 9
Secuencia
9. Escena 9a. INT. HABITACIÓN BRAULIO. NOCHE.
En
una cama de matrimonio está Rosa. Ocupa solo un extremo de la cama.
El otro está vacío. Al poco tiempo se abre la puerta. Se abre
despacio. Se nota que la persona que la abre intenta no hacer ruido.
Por la puerta entreabierta vemos a Braulio, que avanza con cuidado.
En ese momento Rosa se despierta. Ve la puerta abierta y lanza un
pequeño grito del susto.
BRAULIO
(susurrando)
Tranquila, soy yo. No grites que vas
a despertar a todos.
Rosa
mira en derredor. Luego mira hacia el despertador. Marca las tres de
la mañana.
ROSA
¿De dónde vienes a estas horas?
BRAULIO
He ido al baño.
ROSA
¿A qué baño? Tenemos en la
habitación.
BRAULIO
Al de abajo.
ROSA
¿Por qué al de abajo?
Braulio
se quita las zapatillas y entra en la cama.
BRAULIO
No quería usar el de aquí por no
despertarte.
ROSA
Pues total me has despertado y encima
dándome un susto de muerte.
BRAULIO
Anda, duerme que te vas a desvelar.
Secuencia 10
Secuencia
10. Escena 10a. INT. HABITACIÓN ALBA. NOCHE.
Una
habitación con dos camas individuales. Una está sin deshacer y la
otra revuelta pero no hay nadie. Se abre la puerta. Entra Alba. Lo
hace con cuidado. Enciende una pequeña luz. Ve la cama junto a la
suya vacía. Se acerca al baño. La puerta está cerrada. Llama con
los nudillos, tres pequeños golpes.
ALBA
¿Papá, estás ahí?
Alba
espera unos segundos.
ALBA (CONT’D)
¿Papá?
Alba
espera otros segundos más y golpea de nuevo la puerta tres veces.
Tras una breve espera abre la puerta. El cuarto de baño está a
oscuras. Enciende la luz. No hay nadie. Se vuelve y mira hacia la
cama vacía. Se queda pensativa.
Secuencia 11
Secuencia
11. Escena 11a. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
En
la habitación están Roberto, que lleva el buzo blanco con las gafas
y tiene el cartucho para lienzos en la mano, y Lucía. Esta está
vestida normal. Roberto mira al despertador. Marca las 11,20 horas de
la mañana.
ROBERTO
Yo creo que ahora es un buen momento.
Rosa ha dicho durante el desayuno que iba a salir a las once a dar
una vuelta por el pueblo.
LUCÍA
Yo creo que no hay un buen momento
ROBERTO
No seas negativa. ¡Qué suerte que
se hayan apuntado también Ricardo, Alba y Braulio! Quedan pocos en
la casa.
LUCÍA
¿Pocos? Seis sin contarnos a
nosotros.
ROBERTO
Raúl se pasa las mañanas haciendo
cosas en su despacho. Seguro que no va al salón.
LUCÍA
Quedan cinco, una multitud.
ROBERTO
Seguro que Rebeca está en el jardín.
Le encantan las flores y esas cosas. Lo lógico es que Enrique esté
con ella.
LUCÍA
Tres. No se me ocurre un sitio en el
que puedan estar que no sea en el salón.
ROBERTO
En sus habitaciones, ¿por ejemplo?
Seguro que Arturo y su nueva novia tienen cosas que hacer en la cama.
LUCÍA
Puede, pero queda Vicente.
ROBERTO
Es posible que esté en el salón.
Tendrás que hacerlo salir de ahí.
LUCÍA
¡Qué!
ROBERTO
Baja al salón y comprueba si está o
no. En caso de que esté él o cualquier otro invéntate algo para
que se vaya.
LUCÍA
¡Pero qué me voy a inventar! Yo no
soy nada ocurrente.
ROBERTO.
Improvisa. Haz lo que sea, pero el
salón tiene que quedar despejado porque en quince minutos voy para
allí.
Roberto
mira hacia el reloj. Marca las 11,30.
LUCÍA
Esto no me gusta nada. Yo no valgo
para estas cosas.
ROBERTO
Venga, que el tiempo vuela.
Lucía
suspira resignada.
Secuencia 12
(No hay imágenes)
Secuencia 12. Escena 12a. INT. SALÓN
PRINCIPAL. DÍA.
En
el salón está Vicente leyendo una novela. Al poco tiempo se asoma
por la puerta Lucía. Ve que está Vicente y lo mira contrariada.
Vicente está distraído. Lucía mira en derredor. Al rato se le
ocurre algo. Saca su móvil y se acerca a la mesa. Se agacha, deja el
móvil en el suelo y arrastra una silla. Vicente mira hacia allí
sobresaltado.
LUCÍA
Perdona, no quería molestarte. Por
eso no he saludado.
VICENTE
No te preocupes, simplemente estaba
leyendo.
LUCÍA
No encontraba el móvil y he supuesto
que durante el desayuno se me habría caído al suelo.
VICENTE
¿Y está ahí?
Lucía
se levanta con el móvil en la mano y lo muestra.
LUCÍA
Aquí estaba.
VICENTE
¡Qué raro! Yo mismo he barrido el
salón después de desayunar y no me ha parecido ver nada.
LUCÍA
Los hacen tan planos.
VICENTE
Será.
Lucía
se acerca hacia donde está Vicente y se queda de pie junto a este,
que deja el libro pero permanece sentado.
LUCÍA
¿No te has animado a dar un paseo
con Rosa y los demás?
VICENTE
No, me daba pereza. ¿Vosotros?
LUCÍA
Tampoco. Roberto tenía que hacer
algunas cosas del trabajo y está en la habitación con el portátil.
A mí en ese momento me parecía demasiado temprano, pero ahora no me
importaría. ¿Te apetece dar una pequeña vuelta?
VICENTE
La verdad, estaba leyendo a gusto.
LUCÍA
Pero es que hace una mañana
maravillosa.
Vicente
la mira extrañado.
VICENTE
Llueve y hace un frío que pela.
LUCÍA
¿Sí? Al asomarme a la ventana me
había parecido que hacía sol.
VICENTE
Está el cielo totalmente cubierto.
Hay unos nubarrones negros terribles.
Lucía
se queda un poco contrariada. Luego sonríe.
LUCÍA
Bueno, aún así el entorno lo
merece. ¿De verdad que no te animas a que demos un paseo? Este
pueblo está en plena naturaleza. Seguro que el aire es purísimo.
VICENTE
No te fíes de las apariencias. Aquí
el aíre está lleno de benceno, tricloroetileno y gases similares.
Lucía
lo mira extrañada.
LUCÍA
¿Sí? No sé lo que son pero no
suena bien.
VICENTE
Antiguamente había un vertedero a
pocos kilómetros. Lo taparon con tierra. Al no estar en contacto con
el oxígeno, los metanógenos y otros microorganismos producen esos
gases al metabolizar la basura.
LUCÍA
¡Qué cosas! Así que de salir a
tomar el aire nada, ¿verdad?
Vicente
niega con la cabeza.
LUCÍA (CONT’D)
¿Qué te parece ir al bar a tomar
algo? Así vemos la vida que tiene el pueblo.
VICENTE
Este pueblo no tiene vida. Creo que
hay censados treinta y cinco habitantes.
LUCÍA
¡Ah! Sí que conoces bien el lugar.
Vicente
asiente. Lucía hace una pausa para pensar. Luego sigue.
LUCÍA (CONT’D)
Bueno, son pocos pero si están todos
en el bar menudo ambientazo.
VICENTE
Dudo que haya bar y la mayoría de la
gente que vive aquí tendrá más de setenta años. ¿Por qué no
dejamos de fingir?
LUCÍA
¿Cómo?
Vicente
se pone en pie y se acerca hacia Lucía. Se pone muy cerca de ella.
VICENTE
Ambos sabemos lo que está pasando.
LUCÍA
(sorprendida)
¿Sabes lo que está pasando?
VICENTE
Por supuesto. Lo del móvil en el
suelo, lo de querer salir a pasear, lo del bar… Excusas.
LUCÍA
(Contrariada)
¿Tanto se me ha notado?
VICENTE
No sabes mentir. Eres demasiado
trasparente, demasiado pura, demasiado buena.
Vicente
la toma por el brazo y se le acerca mucho, casi la besa. Lucía lo
mira aterrada.
LUCÍA
Bueno, no sé. Quizá me sobrestimas.
VICENTE
Para nada. Sé valorar lo que vales,
no como tu marido, que no aprecia lo que tiene.
Mientras
habla, Vicente acaricia la cara de Lucía. Esta lo mira horrorizada e
intenta zafarse.
VICENTE (CONT’D)
Me alegra que por fin te hayas
atrevido a dar el paso y a venir hacia mí. Los dos sabemos hace
tiempo lo que sentimos el uno por el otro. Ha llegado el momento de
que nos quitemos la máscara.
Lucía
está espantada. Se zafa como puede y comienza a alejarse. Vicente la
sigue suplicante.
VICENTE (CONT’D)
¡Entrégate, no seas tímida!
LUCÍA
¿Qué?
VICENTE
Percibo el deseo en tu mirada.
LUCÍA
Me da que tu percepción no está
bien.
VICENTE
No disimules más.
Lucía
da vueltas al salón para quitarse de encima a Vicente pero este la
sigue.
LUCÍA
No, no, si no disimulo.
VICENTE
Todos estos años ocultando nuestras
tendencias.
LUCÍA
Que yo no oculto nada.
Lucía
sale del salón. Vicente se detiene y la observa.
VICENTE
¿A dónde vas?
LUCÍA (O. S.)
Me voy a la calle.
VICENTE
Pero si está diluviando.
LUCÍA (O. S.)
Lo sé. Y el aire apesta a Benceno,
pero yo me largo.
Vicente
se queda contrariado. Se escucha un portazo.
Secuencia 13
Secuencia
13. Escena 13a. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
Roberto
está solo. Lleva el buzo, el tubo para lienzos y las gafas. Mira
hacia el despertador. Marca las 11,45. Roberto se santigua y se
dirige hacia la puerta. La abre con cuidado. Se asoma. Comienza a
salir.
Escena 14a
Secuencia
14. Escena 14a. INT. HABITACIÓN ARTURO. DÍA.
Arturo
está en la cama. Isabel está vestida. Coge el bolso de la silla y
se dirige hacia la puerta.
ISABEL
¿Seguro que no vienes a dar una
vuelta?
ARTURO
Segurísimo. Bastante aburrido acabé
de este pueblo cuando era joven. Yo me quedo durmiendo.
ISABEL
Pues yo me voy. Quiero ver cómo es
la zona. No he venido hasta aquí para pasarme todo el finde en la
cama.
ARTURO
Me ha parecido que lo estabas pasando
bastante bien.
ISABEL
Bueno, tan poco ha sido para tanto.
ARTURO
Pues nadie que te haya oído gritar
pensará lo mismo.
ISABEL
¿Me habrán oído gritar? ¡Qué
vergüenza!
ARTURO
En esta casa las paredes son de
papel. Se oye todo.
ISABEL
¡Y me lo dices ahora!
ARTURO
No quería cortarte el rollo.
ISABEL
Pues me lo acabas de cortar bien
cortado.
Isabel
sale de la habitación dando un portazo.
Escena 14b
(No hay imágenes)
Secuencia
14. Escena 14b. INT. PASILLO. DÍA.
Justo
en el momento en que sale Isabel de la habitación también lo hace
Roberto de la suya. Este último se sobresalta y grita por el
portazo. Isabel también se sobresalta y grita al ver a Roberto
vestido con el buzo y las gafas. Roberto lleva el cilindro en la mano
y se le cae del susto. Isabel está aterrada. Cuando se recupera mira
a Roberto con detenimiento.
ISABEL
¿Eres Roberto?
ROBERTO
Sí. Me has dado un susto de muerte.
ISABEL
Pues tú a mí ni te cuento.
Roberto
se agacha para coger el cilindro. Mientras lo hace se disculpa.
ROBERTO
Perdona que recoja esto.
Isabel
lo mira perpleja.
ISABEL
¿Por qué vas vestido así?
Roberto
se mira así mismo como si no fuera consciente de la ropa que lleva.
ROBERTO
(improvisando)
¡Ah, esto! Bueno, pues ya sabes, lo
típico.
Isabel
niega con la cabeza y luego hace un gesto de no saber. Ricardo duda.
No sabe cómo seguir.
ROBERTO (CONT’D)
¿No lo habías visto nunca?
Isabel
niega de nuevo con la cabeza. Está boquiabierta. Roberto sigue
dudando hasta que se le ocurre algo.
ROBERTO (CONT’D)
Es el traje regional del pueblo.
ISABEL
(atónita)
¿Este es el traje regional del
pueblo?
ROBERTO
Sí. ¿De verdad no lo habías visto
antes?
Isabel
niega de nuevo con la cabeza.
ROBERTO (CONT’D)
Bueno, es normal que no lo conozcas.
El pueblo es pequeño y poco famoso.
ISABEL
Pero parece un buzo.
Roberto
durante toda la conversación está nervioso e improvisando.
ROBERTO
Lógico. Este pueblo tiene una
tradición minera importante. De ahí le viene.
ISABEL
No lo sabía. En Internet he leído
que el pueblo vive de la ganadería.
ROBERTO
Ahora, pero en la época romana ya
había importantes yacimientos de estaño.
ISABEL
Pero aún así este traje parece muy
moderno.
ROBERTO
Claro, porque en la época romana se
sacaba el mineral desnudos. Imagínate, no podemos ponernos a
desfilar en pelotas. Al anterior alcalde se le ocurrió este traje.
¿A que está genial?
ISABEL
No sé.
Isabel
se queda pensativa.
ISABEL (CONT’D)
¿Por qué lo llevas puesto?
ROBERTO
(desconcertado)
Pues para ensayar. He quedado ahora
con los amigos del pueblo. Nos preparamos para bailar en las fiestas.
Hacemos la danza del tubo.
Roberto
muestra el cilindro.
ROBERTO (CONT’D)
Es similar a los bailes con espada
pero nosotros lo hacemos con estos cilindros. Va más en consonancia
con el resto del traje.
Isabel
lo mira boquiabierta.
ROBERTO (CONT’D)
¿Y tú a dónde ibas?
ISABEL
A ver el pueblo. Desde la carretera
el entorno parecía muy bonito.
ROBERTO
Sí, lo es. Es buena idea. Aprovecha,
aprovecha.
Roberto
le hace un gesto para que se ponga en marcha. Isabel empieza a
caminar pero luego se detiene.
ISABEL
¿Tú no vienes?
ROBERTO
Me acabo de dar cuenta de que no
llevo las tobilleras de cascabeles. Me las tengo que poner. Ve
bajando tú. No me esperes.
Isabel
se despide con un gesto y continúa su camino. Roberto se mete en su
habitación.
Escena 14c
Secuencia
14. Escena 14c. INT. HABITACIÓN DE ROBERTO. DÍA.
En
cuanto Roberto entra en la habitación hace un gesto de rabia por
haber sido descubierto. Empieza a dar vueltas de un lado a otro. En
ese momento suena su móvil. Se lleva la mano al bolsillo pero se da
cuenta de que no tiene bolsillos. Luego se mira hacia el tobillo. Se
levanta un poco la pernera del buzo y saca el móvil, que lo tiene en
el calcetín.
ROBERTO
¡Dime, cariño!
LUCÍA (O. S.)
No bajes al salón. No he podido
sacar de ahí a Vicente.
ROBERTO
¿Estás con él?
LUCÍA (O. S.)
No, estoy en la calle. Empapada de
agua. Está diluviando.
ROBERTO
¿Qué haces en la calle?
LUCÍA (O. S.)
Es una historia muy larga. Luego te
la cuento, pero ahora no bajes.
ROBERTO
No pensaba bajar. Me ha pillado
Isabel con el traje de buzo.
LUCÍA (O. S.)
¡Que dices!
ROBERTO
Como lo oyes. De momento abortamos el
plan.
Secuencia 15
(No hay imágenes)
Secuencia 15. Escena 15a. INT. SALÓN
PRINCIPAL. DÍA.
Ricardo
está junto al cuadro. Vemos como lo tiene sujeto por una esquina y
como parece estar enderezándolo. En ese momento suena la voz de
Raúl.
RAÚL
¿Qué haces?
Ricardo
se sobresalta.
RICARDO
Joder, siempre tan sigiloso.
RAÚL
¿Te he asustado?
RICARDO
Pues sí. Si en vez de lanzar una
pregunta con voz de ultratumba saludaras normal no me habría
sobresaltado.
RAÚL
No has respondido a mi pregunta.
RICARDO
¿Qué pregunta?
RAÚL
¿Qué hacías?
RICARDO
Poner el cuadro bien. Me ha parecido
que estaba torcido.
Raúl
asiente. Se queda pensativo.
RAÚL
¿Hace mucho que habéis vuelto de la
excursión?
RICARDO
Rosa y yo hace una media hora o así.
Rosa estaba cansada y yo tenía que preparar la mesa. ¿Me ayudas a
hacerlo?
RAÚL
Sí, claro. ¿Braulio y Alba no han
vuelto con vosotros?
RICARDO
No. Han subido hasta la ermita.
Tardarán en volver.
RAÚL
¿El resto están en sus
habitaciones?
RICARDO
Supongo, pero no te lo puedo decir.
Secuencia 16
Secuencia
16. Escena 16a. INT. COCINA. DÍA.
Rosa
camina por el pasillo y se encuentra la puerta de la cocina abierta.
Se asoma y ve que están Rebeca y Enrique hablando. Se queda un
momento observando. Rebeca sujeta unas flores y está cortando los
tallos.
REBECA
Estas flores tendrían que haberlas
podado hace unos días. Ahora están medio mustias.
ENRIQUE
(sin amaneramiento)
Yo no las veo tan mal, aunque no
entiendo nada de flores. Nunca me han gustado.
REBECA
¿De verdad?
ENRIQUE
(sin amaneramiento)
De joven me daban alergia. Uno piensa
que con la edad todo empeora pero a mí la alergia al polen se me
pasó al hacerme mayor.
REBECA
Eres como el buen--
En
ese momento entra Rosa y saluda.
ROSA
¡Buenos días!
REBECA
¿Ya habéis vuelto?
ENRIQUE
(amanerado)
¡Buenos días, guapa! ¿Qué tal la
excursión?
ROSA
Demasiada lluvia. Me apetecía
recorrer los caminos por los que he andado de niña pero con tanta
agua ha sido incómodo.
REBECA
En este pueblo siempre ha hecho un
tiempo de mierda. Ese es uno de los motivos por los que me largué.
Rosa
ignora el comentario de Rebeca y habla a Enrique.
ROSA
¿Vosotros que habéis hecho?
ENRIQUE
(amanerado)
Tu hermana me ha tenido toda la
mañana trabajando en el jardín. Tengo el lomo destrozado.
REBECA
Más que un jardín eso parece la
selva. No entiendo como Ricardo y Raúl lo tienen tan descuidado.
ENRIQUE
(amanerado)
Hombres y solteros qué quieres. Pero
alguna otra virtud tendrán.
REBECA
Lo dudo.
Secuencia 17
Secuencia
17. Escena 17a. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
En
la habitación están Lucía (viste un albornoz y se está secando el
pelo con una toalla) y Roberto (camina nervioso de un lado a otro).
Roberto lleva ropa normal.
LUCÍA
Lo mismo me pillo una neumonía. Me
he quedado pasmada. Y que forma de llover.
ROBERTO
A quién se le ocurre salir a la
calle con este tiempo. Y con tan poca ropa.
LUCÍA
Mira, no me toques el tema que ha
sido por tu culpa. Tengamos la fiesta en paz.
ROBERTO
Total para nada. Tendré que hacer el
cambio después de comer.
LUCÍA
¿Qué pasa, que tú te diste un
golpe de pequeño en la cabeza y se te quedó el cerebro fosilizado?
Abandona ya esa idea.
Roberto
no hace caso. Sigue caminando por la habitación y pensando. Habla
más para sí mismo que para Lucía.
ROBERTO
Seguro que después de comer Rebeca y
Ricardo quieren jugar a las cartas en el salón. Esos petardos adoran
los juegos de mesa. Alguno más se les unirá.
Lucía
lo mira sin dar crédito.
ROBERTO (CONT’D)
Tengo que conseguir que el salón
quede despejado tras la comida. Es mi última oportunidad. Cuando nos
vayamos a cenar al restaurante activarán la alarma y ya no la
pararán hasta mañana por la mañana cuando vayamos a irnos.
Lucía
lo mira asombrada, cierra los ojos y luego suspira e intenta
serenarse. Habla en tono casi suplicante.
LUCÍA
Por una vez en la vida hazme caso.
Olvida ya lo del cuadro. Resígnate. Todo está saliendo mal.
Roberto
la mira. Luego mira hacia el suelo y niega con la cabeza, pero no de
forma contundente, sino resignado.
ROBERTO
Lo siento, cariño, pero no puedo.
Nunca me lo perdonaría.
LUCÍA
No tendrías nada que perdonarte.
Piensa en positivo. Vender el cuadro no está mal. En el Prado todo
el mundo podrá verlo. Es egoísta que sea solo para el disfrute de
unos poco. Y el dinero que nos van a dar nos vendrá bien.
ROBERTO
Ese cuadro lo era todo para mi padre.
Venderlo es traicionar su memoria.
LUCÍA
No vas a cambiar de opinión,
¿verdad?
Roberto
vuelve a negar con la cabeza.
LUCÍA (CONT’D)
Haz lo que quieras, pero no cuentes
más conmigo. Yo me voy a poner a leer.
Lucía
coge un libro, se tumba en la cama y comienza a leer. Roberto sigue
paseando por la habitación y pensando. Al rato se detiene y habla de
nuevo más para sí mismo que para Lucía.
ROBERTO
Podía organizar un pequeño incendio
en la cocina. Por seguridad todo el mundo saldría. Aprovecharía ese
rato para cambiar el cuadro.
Lucía
levanta la vista del libro horrorizada.
LUCÍA
¡Te has vuelto loco! Y si quemas la
casa de tus hermanos. Y si muere alguien.
ROBERTO
No seas melodramática.
LUCÍA
¿Melodramática?
Lucía
se acerca el libro a la cara con rabia y continúa leyendo. Roberto
sigue de un lado para otro pensando.
ROBERTO
¡Ya sé! Puedo hacer una llamada
anónima y decir que hay una bomba en la casa. Tendrá que salir todo
el mundo.
Lucía
vuelve a levantar la vista del libro, mira a Roberto y luego tira el
libro sobre la cama.
LUCÍA
¿Te das cuenta del lío en que te
vas a meter? Con esas cosas no se juega. La policía te descubrirá y
te caerá una condena tremenda. Además, ¿por qué iban a poner una
bomba en esta casa?
Roberto
asiente con rabia y sigue caminando. De pronto se detiene y pone cara
de satisfacción.
ROBERTO
¡Lo tengo!
Lucía
lo mira expectante.
ROBERTO (CONT’D)
He dado con la solución. ¡Cómo no
se me ha ocurrido antes! Si además no hace falta ser original. Ha
salido mil veces en películas y obras de teatro.
Mira
a Lucía casi con ansiedad.
ROBERTO (CONT’D)
¿Has traído tu botiquín?
LUCÍA
Ya sabes que siempre lo llevo a los
viajes.
ROBERTO
Entonces estamos salvados.
Secuencia 18
(No hay imágenes)
Secuencia
18. Escena 18a. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Están
los doce en la mesa. Hay platos sucios y copas usadas. Arturo se
levanta.
ARTURO
¡Menuda comilona! Me había olvidado
de lo bien que se come en esta casa. Gracias tíos.
RAÚL
Ya sabes que puedes venir cuando
quieras. Aquí siempre serás bien recibido.
RICARDO
¿No te quedas a jugar a las cartas?
ARTURO
Uf, no. Las cartas me aburren. Voy a
echar un poco de siesta y luego estudiaré hasta la hora de la cena.
No he pegado con un palo al agua en todo el finde.
Arturo
luego se dirige a Isabel.
ARTURO (CONT’D)
¿Subes?
ISABEL
No tengo sueño. Si hay partida
prefiero quedarme.
ARTURO
Como quieras. ¿Alguien más va para
las habitaciones?
Braulio
y Rosa se levantan.
BRAULIO
Nosotros.
Luego
Braulio se dirige hacia Raúl y Ricardo.
BRAULIO (CONT’D)
Me sumo a lo dicho por Arturo.
Buenísima la comida. Las setas excepcionales.
RICARDO
Las cojo aquí al lado. Estos montes
están llenos.
Roberto
y Lucía también se levantan.
LUCÍA
Nosotros también vamos a descansar
un rato. La comida muy buena. Ya podéis perdonar que yo no haya
probado las setas, pero me dan miedo.
RAÚL
Estas son de total confianza.
Llevamos cogiéndolas años.
LUCÍA
Seguro que sí, pero mi padre, que
también entendía, una vez se cogió una intoxicación terrible. Lo
tuvieron que ingresar. Menudo susto. Desde entonces no quiero saber
nada.
Ricardo
mira hacia el resto de la mesa.
RICARDO
¿Los demás os quedáis?
Alba,
Vicente, Enrique, Rebeca e Isabel asienten.
RAÚL
Yo no. Me voy a subir al despacho. Me
apetece leer un rato.
RICARDO
Pues como somos media docena echamos
un seismús. Limpio la mesa en un momento y empezamos.
VICENTE
Te ayudamos a recoger.
Secuencia 19
Secuencia 19. Escena 19a. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
Roberto y Lucía están tumbados en la cama. Llevan la misma ropa que en la
escena anterior.
ROBERTO
Parece que ha salido todo bien. Nadie
me ha visto.
LUCÍA
No sé. Espero que ninguno se
intoxique.
ROBERTO
Nadie se intoxica por un laxante. He
leído el prospecto y no tiene reacciones adversas graves.
LUCÍA
¿Habrá perdido el efecto al ponerlo
con las setas?
ROBERTO
No creo. Las han servido tibias. Les
he echado el laxante justo antes de que las sacaran.
LUCÍA
¿Has puesto mucho?
ROBERTO
Los dos botes que tenías.
LUCÍA
(asustada)
¿Los dos?
ROBERTO
Tenía que asegurarme de que se van a
pasar la tarde en el váter.
LUCÍA
¡Qué pobres!
ROBERTO
Sobrevivirán. Tengo mis dudas con
Alba. Casi no ha comido.
LUCÍA
Ya me he fijado, pero con el cuerpito
que tiene con media seta se va a poner peor que el resto.
ROBERTO
¿A ti cuánto tiempo te tarda en
hacer efecto?
LUCÍA
Es bastante rápido. Una hora o así.
Roberto
mira su reloj.
ROBERTO
Perfecto. Esperaremos hasta las
cinco. En ese momento bajas al salón a ver si queda alguien.
Secuencia 20
(No hay imágenes)
Secuencia 20. Escena 20a. INT. SALÓN
PRINCIPAL. DÍA.
En
el salón principal están jugando a las cartas Ricardo, Alba,
Vicente, Isabel, Enrique y Rebeca. En ese momento le suenan las
tripas a Isabel.
ISABEL
¡Perdón!
RICARDO
No pasa nada. ¿Te has quedado con
hambre?
ISABEL
No. Todo lo contrario.
ENRIQUE
(amanerado)
Pues lo ha parecido. Cariño, no te
lo tomes a mal pero esa tripa ha sonado como el rugido de un dragón.
Durante
todas sus intervenciones Enrique habla muy amanerado.
ISABEL
Ya, pero yo me siento hinchada.
VICENTE
A mí me pasa lo mismo. Me noto
pesado y eso que no he comido mucho.
REBECA
No os quejéis tanto y jugad. A mí
me da que lo que tenéis es miedo a perder.
En
ese momento suena muy fuerte la tripa de Enrique.
ENRIQUE
(amanerado)
¡Santo cielo! Creo que yo también
tengo el dragón dentro.
ALBA
¡A ver si va a ser que las setas no
estaban bien! A mí me están entrando unas ganas de hacer de cuerpo
tremendas.
RICARDO
Esas setas las hemos comido toda la
vida y no hay ningún problema. Lo vuestro es psicológico.
En
ese momento Vicente suelta un pedo tremendo.
VICENTE
(avergonzado)
Perdón, se me ha escapado.
Todos
ponen cara de asco por el mal olor.
ENRIQUE
(amanerado)
Pues qué quieres que te diga. A mí
este olor no me parece psicológico.
REBECA
¡Dios qué peste! Esto no hay quien
lo aguante.
En
ese momento Alba se tira otro pedo tremendo.
ALBA
¡Qué vergüenza! Yo no soy así.
Esto son las setas.
Enrique
la mira espantado.
ENRIQUE
Criatura mía, cómo puede salir de
un cuerpo tan pequeño semejante ventosidad.
REBECA
Y con ese olor. ¡Qué podredumbre!
ALBA
No lo entiendo, porque yo soy
vegetariana estricta.
VICENTE
Pues por eso, cariño. Te he dicho un
montón de veces que el cuerpo humano no está preparado para comer
solo hierbas.
ENRIQUE
Desde luego el de ella no. ¡Vamos a
morir!
Las
tripas de Ricardo empiezan a sonar. Lo hacen durante varios segundos
seguidos. Ricardo se mira el vientre como si no pudiera creerlo.
Todos los demás lo miran a él con atención.
RICARDO
No lo entiendo. Las setas no pueden
ser. Las he comido mil veces y me sientan fenomenal.
REBECA
Pues ese ruido no ha sonado
fenomenal.
RICARDO
Tiene que ser otra cosa.
VICENTE
(apresurado)
Tú sabrás, que has preparado la
comida. Yo solo sé que voy al baño ahora mismo o reviento.
Vicente
se levanta y sale del salón rápido. También Enrique se levanta.
ENRIQUE
Yo también me voy porque no sé si
me ha salido un pedo artista.
Enrique
se levanta y se aleja apretando las nalgas.
ISABEL
¿Un pedo artista?
REBECA
Se refiere a un pedo pintor.
ISABEL
¿Un pedo pintor?
REBECA
Hija, qué corta. Que pensaba tirarse
un pedo y se ha cagado.
Secuencia 21
Secuencia
21. Escena 21a. INT. HABITACIÓN DE ARTURO. DÍA.
Arturo
está solo en su habitación. Está encima de la cama estudiando unos
papeles. En ese momento le suena la tripa de una manera tremenda. Se
le cambia la cara. Mira a su propio vientre asustado.
Secuencia 22
Secuencia
22. Escena 22a. INT. HABITACIÓN DE ROSA. DÍA.
Rosa
está de pie con las manos en su vientre. Braulio está tumbado en la
cama.
ROSA
¡Dios mío! Acabo de salir del baño
y ya tengo ganas de entrar otra vez.
BRAULIO
¿Te habrán sentado mal las setas?
ROSA
Es raro porque he comido muchas veces
y nunca me han dado problemas. Ricardo las conoce perfectamente.
BRAULIO
Igual ha sido el paseo de esta
mañana. Hacía frío y nos hemos mojado.
ROSA
Tiene que ser eso. ¿Tú no notas
nada?
BRAULIO
No. Yo estoy bien.
ROSA
Entonces ha sido el paseo. Se me
habrá enfriado el vientre.
En
ese momento Braulio hace un gesto de dolor y se lleva la mano al
vientre. Rosa y Braulio se miran asustados.
Secuencia 23
Secuencia
23. Escena 23a. INT. HABITACIÓN DE ROBERTO. DÍA.
Roberto
y Lucía están en la habitación. Roberto lleva el buzo blanco con
las gafas y tiene el cartucho para lienzos en la mano. Lucía está
vestida de calle.
ROBERTO
Ve bajando. El medicamento ya ha
tenido que hacer efecto. Además, se oye mucho trajín de puertas.
Seguro que están todos haciendo de vientre.
LUCÍA
Espero que no se pongan muy mal. Ese
laxante es bastante potente.
ROBERTO
No te apures. A nadie le va mal una
buena limpieza de intestino.
LUCÍA
No sé. Se oye mucho el ruido de las
cadenas del váter. Parece que no paran de hacer sus necesidades.
ROBERTO
Pues mejor, así estará el salón
vacío. Baja y me llamas al móvil si está todo despejado.
Secuencia 24
(No hay imágenes)
Secuencia
24. Escena 24a. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Raúl
entra al salón. Anda con dificultad y tiene la mano en el vientre.
En el salón solo está Ricardo. Está doblado sobre la mesa,
dolorido.
RAÚL
Veo que tú tampoco te encuentras
bien.
RICARDO
No solo yo. El resto se han ido a sus
habitaciones. Están fatal.
RAÚL
Ha tenido que ser algo de la comida.
RICARDO
Todo el mundo le echa la culpa a las
setas.
RAÚL
Puede ser.
RICARDO
Llevo toda mi vida cogiendo setas.
Estudié biología, no sé si lo recuerdas. Es imposible que hayan
sido las setas.
RAÚL
¿El pescado?
Ricardo
se encoje de hombros. En ese momento entra Lucía.
LUCÍA
Hola. ¿Ya habéis acabado de jugar a
las cartas?
RICARDO
Sí. No nos encontramos bien.
¿Vosotros qué tal estáis?
LUCÍA
Bien. Roberto se está echando una
cabezada. Yo me aburría y me he bajado a jugar una partida.
RAÚL
Ellos no han comido setas.
RICARDO
¿Roberto tampoco?
LUCÍA
No sé, no me he fijado.
En
ese momento Raúl se dobla de dolor. Lucía se le acerca y lo toma
del brazo.
LUCÍA (CONT’D)
No tienes buen aspecto. ¿No estarías
mejor en la cama?
Raúl
y Lucía tienen la misma descarga que ha tenido Raúl con Isabel y
con Enrique.
RAÚL
Tienes razón. Estaré mejor en la
habitación.
RICARDO
Yo también me subo.
LUCÍA
¿Queréis que os prepare algo? ¿Una
manzanilla o alguna otra infusión?
RICARDO
Creo que a mí una manzanilla me iría
bien.
RAÚL
De paso haz otra para mí, por favor.
LUCÍA
Vosotros subid que voy a la cocina y
os las hago. Luego os las llevo a la habitación.
Ricardo
y Raúl salen ayudándose el uno al otro. Lucía espera a que se
hayan ido y saca el móvil. Hace una llamada.
LUCÍA (CONT’D)
Cariño, el salón está libre.
Lucía
se queda en silencio escuchando.
LUCÍA (CONT’D)
¡Yo aquí no me quedo! Voy a la
cocina a preparar unas infusiones. Raúl y Ricardo están fatal. Se
las voy a subir a la habitación.
Otra
vez Lucía se queda en silencio.
LUCÍA (CONT’D)
Haz lo que te dé la gana, pero yo ya
no te ayudo más.
Lucía
sale del salón.
Secuencia 25
(No hay imágenes)
Secuencia
25. Escena 25a. INT. PASILLO. DÍA.
Roberto
sale de la habitación de manera sigilosa. Lleva el buzo, las gafas y
el cilindro. Avanza poco a poco. En ese momento de otra habitación
sale Arturo corriendo. Roberto se sobresalta. Arturo ve a Roberto con
esa pinta y se para de golpe.
ARTURO
Tío, ¿esa ropa?
ROBERTO
Es una historia muy larga.
Arturo
se pone de nuevo en marcha apresuradamente.
ARTURO
Pues luego me la cuentas que me cago
vivo. Voy al baño del desván porque Isabel ha monopolizado el de
nuestra habitación.
ROBERTO
¿Y eso?
ARTURO
Luego te lo cuento.
Arturo
desparece. Roberto toma aire. Se ha quedado paralizado. Poco a poco
se recupera. Se pone en marcha. Avanza un poco y en ese momento sale
Rosa de otra habitación. Al ver a Roberto empieza a gritar como una
loca.
ROSA
¡Auxilio! ¡Auxilio!
ROBERTO
Rosa, tranquila, que soy yo.
Tranquila que soy Roberto.
Rosa
deja de gritar y lo mira perpleja.
ROSA
¿Roberto?
ROBERTO
Sí, Roberto.
ROSA
¿Pero que haces vestido con ese
traje?
Roberto
va a contestar pero no se le ocurre nada. Entonces mira a Rosa con
detenimiento.
ROBERTO
¿Te encuentras bien? Tienes mala
cara.
ROSA
Por lo visto Braulio y yo nos hemos
cogido un virus o algo porque estamos los dos hechos polvo.
ROBERTO
¿Tenéis fiebre?
ROSA
De fiebre nada, pero una diarrea
brutal. Algo horroroso. Me he creído morir.
Mientras
Rosa habla Roberto la mira preocupado.
ROSA (CONT’D)
No sé cómo no se me ha salido el
intestino por el ano. Y el pobre Braulio está igual. Ahí lo he
dejado, sentado en la taza del váter mientras voy a la cocina a ver
si Ricardo tiene algo para cortar la diarrea.
ROBERTO
Pues no te interrumpo no sea que te
dé un apretón de golpe.
ROSA
Ahora me he quedado un poco más
tranquila. Claro, después de estar veinte minutos ininterrumpidos
echando no sé qué por los bajos.
ROBERTO
Me alegro de que ya esté remitiendo.
ROSA
No me has dicho por qué llevas esa
ropa.
Roberto
piensa unos segundos.
ROBERTO
(evasivo)
Na, nada.
ROSA
Nada, nada. Tú me dirás. La gente
no va vestida así por casa.
ROBERTO
(como avergonzado)
Verás, no es fácil para mí hablar
de esto.
ROSA
¿Y eso?
ROBERTO
Bueno, ya sabes.
ROSA
Bueno, no sé.
ROBERTO
Me da vergüenza.
ROSA
A ver, que nos lo hemos contado todo
en la vida. Si siempre he sido tu hermana favorita.
ROBERTO
Eso no es difícil teniendo en cuenta
que Rocío está muerta y Rebeca es Rebeca.
ROSA
Ya, sí, pero no te desvíes. ¿Qué
pasa con esa ropa? Tú me ocultas algo.
ROBERTO
(titubeando mucho)
Es por Lucía.
ROSA
¿Por Lucía?
ROBERTO
Sí, ya sabes.
ROSA
¡Y dale! Ya te digo que no sé.
ROBERTO
Le excitan estas ropas.
ROSA
(asombrada)
¿Le excita que te vistas así?
ROBERTO
Como lo oyes. Es verme con un atuendo
de este tipo y ponerse como una loca. Como una tigresa.
ROSA
¡Qué curioso! Nunca me lo hubiera
imaginado de ella.
ROBERTO
Siendo sincero, yo tampoco.
ROSA
Había leído algo de estas
excentricidades en Internet, pero quién se iba a imaginar que había
alguien en la familia con estas perversiones.
ROBERTO
A mí estas cosas no van, ya sabes
que soy un clásico. Yo prefiero cumplir con el deber marital con la
luz apagada y manteniendo el decoro.
ROSA
Claro, si es lo que siempre me habías
dicho.
ROBERTO
Pero comprenderás que por salvar mi
matrimonio haga lo que sea.
ROSA
Eso te honra.
ROBERTO
Y esto no es nada. Ella se pone una
ropa de silicona que la tapa de arriba abajo y una mascara de gas.
ROSA
¡Qué sofisticado!
ROBERTO
Y peligroso. Hay quien se ha ahogado
por esas prácticas.
ROSA
Pero bueno, bien pensado, es de lo
más higiénico. Así no os trasmitís ninguna enfermedad.
ROBERTO
Mira, pues no lo había pensado, pero
tienes razón. Siempre hay un lado positivo para todo.
En
ese momento Rosa se arquea por dolor en el vientre y se oye un correr
de tripas tremendo. Roberto la mira preocupado.
ROSA
¡Vuelve la llamada! Me voy.
Rosa
se mete a toda velocidad en la misma habitación de la que había
salido. Roberto la ve desaparecer y suspira. Se toma un par de
segundos para tranquilizarse y se pone de nuevo en marcha hacia el
salón.
Escena 26a
Secuencia 26. Escena 26a. INT.
HABITACIÓN RICARDO. DÍA.
Lucía
lleva una bandeja con dos infusiones por el pasillo. Se detiene junto
a una puerta que está entreabierta y llama.
RAÚL (O. S.)
Pasa, pasa.
Lucía
entra en la habitación. La habitación tiene dos camas. En una está
Raúl y la otra está vacía pero revuelta. Lucía deja las tazas en
la mesilla.
LUCÍA
¿Qué tal estáis?
RAÚL
Mal. Casi matándonos el uno al otro
por el baño.
Lucía
asiente con cara de preocupación.
RAÚL (CONT’D)
Gracias por las infusiones.
LUCÍA
No es nada. ¿Puedo hacer algo más
por vosotros?
RAÚL
No, tranquila. ¿Tú qué tal te
encuentras?
LUCÍA
Bien. Preocupada por los demás.
RAÚL
Se te nota.
En
ese momento sale del baño Ricardo y entra en la habitación.
RICARDO
Gracias, Lucía, aunque no sé cómo
me va a –-
En
ese momento se oye un grito tremendo que llega desde el salón.
RAÚL
No sé qué pasa hoy en esta casa que
no se oyen más que gritos.
RICARDO
¿Será alguien que se encuentra muy
mal?
RAÚL
Parece que viene del salón. Igual es
que alguien necesita ayuda.
LUCÍA
¡Ay, Dios! Espero que no. Voy a
bajar por si acaso.
En
ese momento vuelve a oírse otro grito y luego la voz de Enrique que
suena desesperada.
ENRIQUE (O. S.)
El cuadro, el cuadro.
RAÚL
¿Ha dicho el cuadro?
LUCÍA
Eso me ha parecido.
RICARDO
Vamos a bajar.
Los
tres se ponen en marcha hacia el salón.
Escena 26b
(No hay imágenes)
Secuencia 26. Escena 26b. INT.
PASILLO. DÍA.
Ricardo,
Raúl y Lucía van por el pasillo vestidos tal y como estaban en la
escena anterior. En ese momento se abre la puerta del cuarto de
Arturo. Salen Arturo e Isabel. Se encuentran los cinco.
ARTURO
¿Vosotros también lo habéis oído?
RAÚL
Como para no oír semejantes gritos.
ISABEL
Me ha parecido que era Enrique.
RICARDO
A nosotros también. Vamos a bajar.
Escena 26c
(No hay imágenes)
Secuencia
26. Escena 26c. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
En
el salón están: junto al cuadro Enrique y Rebeca; Roberto con la
ropa de buzo, el cilindro y las gafas; cerca de la puerta Vicente. En
ese momento llegan Isabel, Arturo, Raúl, Ricardo y Lucía, que van
vestidos como en las escenas anteriores. Enrique gesticula
exageradamente, casi como si le fuera a dar un ataque epiléptico.
RAÚL
¿Qué ha pasado?
REBECA
¡El cuadro!
RICARDO
¿Qué pasa con el cuadro?
Enrique
emite como unos gorgoritos mientras sigue con sus espasmos. Por fin
rompe a hablar.
ENRIQUE
El cuadro. No es el original.
ROBERTO
(realmente sorprendido)
¡Cómo!
ENRIQUE
Este no es el verdadero. Es una
copia.
Todos
menos Roberto y Lucía se acercan hacia el cuadro. Lucía mira a
Roberto expectativa. Este niega con la cabeza. Aprovechando que los
otros están junto al cuadro ellos cuchichean.
ROBERTO
No he sido yo.
LUCÍA
¿No has sido tú?
Roberto
mueve el cilindro ante los ojos de Lucía.
ROBERTO
No me ha dado tiempo. Me he cruzado
en los pasillos con todo el mundo. Estaba hablando con Vicente cuando
hemos oído los gritos de Enrique. Hemos bajado a toda velocidad.
En
ese momento llega Rosa.
ROSA
¿Qué ha pasado? ¿Vosotros también
tenéis diarrea?
RICARDO
Sí, pero ha pasado algo mucho peor.
Nos han robado el cuadro.
ROSA
¡Pero si está ahí!
RICARDO
Han dado el cambiazo.
ROSA
¿Cuándo?
REBECA
No lo sabemos. Nosotros hemos bajado
a ventilarnos un poco, porque el aire de nuestra habitación se había
vuelto tóxico. Enrique se ha acercado a ver el cuadro y se ha dado
cuenta de que era una falsificación.
ENRIQUE
Imaginaos mi estupor al ver que en
vez de un Fernández Chocarro estaba delante de una vulgar copia.
ARTURO
Hay que llamar a la policía.
RICARDO
Ha tenido que ser uno de nosotros. No
podemos llamar a la policía, somos familia. El que haya sido que lo
diga, lo devuelva y lo dejamos correr.
ROSA
Yo no he sido.
ARTURO
Ni yo.
ISABEL
Ni yo.
RICARDO
¡Basta! No empecéis todos a decir
eso. Vamos a dar diez minutos para que el que haya sido reflexione y
se dé cuenta de su error. Que lo devuelva y asunto resuelto.
VICENTE
Igual has sido tú y te estás
haciendo el inocente.
ROSA
O alguien de fuera.
RAÚL
De fuera no ha podido ser.
ROSA
¿Por qué no?
RAÚL
La casa no ha estado vacía en ningún
momento.
LUCÍA
Ha podido entrar alguien de manera
sigilosa y llevárselo.
RAÚL
Lo hubieran visto las cámaras.
LUCÍA
¿Qué cámaras? Dijisteis que no
había cámaras.
RICARDO
Dentro de la casa no, pero el sistema
de seguridad que contratamos incluye cámaras en la parte de fuera.
ROBERTO
Habrá que llamar a la empresa de
seguridad y preguntar.
RAÚL
Si les llamamos se pondrán en
contacto con la policía. Como ha dicho Ricardo, somos familia.
Prefiero que lo arreglemos entre nosotros.
ROSA
Pero si no consultamos las cámaras
no sabremos si ha sido un extraño. Podríamos estar acusándonos
entre nosotros sin motivo.
RICARDO
Si hubiera entrado alguien
desconocido la empresa nos hubiera avisado. De hecho, habrían venido
ellos enseguida.
VICENTE
No creo. Nosotros hemos estado
entrando y saliendo y no han venido.
RICARDO
Pero ellos sabían que estabais
invitados. A medida que ibais llegando les avisábamos. Ayer a la
tarde ya os tenían a todos identificados.
ISABEL
¡Cómo! ¿Nos tenían fichados?
ENRIQUE
Estoy horrorizado. ¿Me han grabado e
identificado sin mi consentimiento?
RAÚL
Sí. Reconozco que ha sido algo feo,
pero necesario a la vista de lo que ha ocurrido.
REBECA
Decir feo es un eufemismo. Es
despreciable. No confiar en vuestros propios hermanos. Veremos si no
tomamos medidas legales contra vosotros por esto.
Arturo
mira su reloj. Luego se dirige a Rebeca y Enrique.
ARTURO
Haced lo que os de la gana, pero
ahora hay algo mucho más importante en juego. Han pasado los diez
minutos y aquí nadie se ha declarado culpable. Hay que llamar a la
policía.
ROBERTO
No me parece buena idea. Yo estoy con
Ricardo y Raúl. Esto es una cosa de familia que debemos resolver
entre nosotros.
Arturo
mira a Vicente y a Enrique.
ARTURO
Aquí no todos somos familia.
VICENTE
¿Lo dices por mí?
ARTURO
Entre otros.
VICENTE
¿Y tu amiguita? ¿Es más familia
que yo?
ARTURO
Ella no ha podido ser.
VICENTE
¿No? ¿Por qué no?
ARTURO
Hemos estado todo el rato juntos.
Además, no sabía nada del cuadro. ¡Como iba a traer una copia si
no lo ha visto en su vida!
ROSA
Vaya argumento. Como si no podíais
estar los dos compinchados. Tú siempre has dicho que ese cuadro
debía ser tuyo. Que era injusto que se repartiera entre todos. Quizá
hayas decidido llevártelo por las malas.
ARTURO
¡Claro que el cuadro debería ser
mío! Mi padre era el hermano mayor. Me correspondía en herencia.
Eso hubiera sido lo justo. Pero aún así, respeto la decisión del
abuelo, aunque no la comparta.
RICARDO
Con reproches no llegamos a ninguna
parte.
ARTURO
Aquí falta gente. No están ni
Braulio ni Alba. Igual han sido ellos.
RICARDO
He dicho que ya vale de acusarnos
entre nosotros. El que haya sido o sepa quién ha sido que lo
confiese.
REBECA
¡Cómo puedes ser tan ingenuo! Esta
claro que el que haya sido no va a confesar. Yo llamaría a la
policía, pero entiendo que otros estén en contra. Hay una solución
intermedia.
LUCÍA
¿Qué solución?
REBECA
Contratar un investigador privado.
LUCÍA
No creo que un investigador privado
vaya a venir de urgencia. ¿Cuánto tiempo tardaría en resolverlo?
¿Nos vamos a estar aquí encerrados hasta que encuentre al ladrón?
Yo el lunes tengo que trabajar.
REBECA
Yo tengo un amigo detective que es
muy bueno. Si se lo pido por favor igual viene.
ROSA
Nos interrogará a todos. Registrará
nuestras cosas. Me parece humillante. Esto tenemos que resolverlo
entre nosotros.
ROBERTO
Estoy contigo. No quiero extraños
metiendo las narices en nuestros asuntos. Uno tiene su intimidad.
Todos
se quedan mirando a Roberto. En ese momento él es consciente de su
indumentaria. Mira hacia el suelo.
REBECA
¿Tú qué haces vestido así?
ROBERTO
¿Qué pasa, que no me puedo vestir
así?
REBECA
Te puedes vestir como te dé la gana,
pero me parece--
En
ese momento Rebeca siente un dolor en el vientre y se arquea.
REBECA (CONT’D)
(apresurada)
Me vuelve la diarrea. Voy al baño
pero que nadie se mueva de aquí hasta que haya regresado.
Rebeca
sale corriendo.
ISABEL
Yo también tengo que ir al baño. Me
estaba aguantando por no parecer sospechosa, pero ya no puedo más.
RICARDO
Yo también llevo un rato mal. Voy a
mi habitación. En cuanto estemos todos seguimos con esto. De momento
que nadie salga de la casa.
ARTURO
¿Cómo piensas impedírnoslo?
RICARDO
Ahora mismo voy a cerrar la puerta de
la calle.
ARTURO
Yo tengo llaves.
RICARDO
La cerradura la cambiamos hace
tiempo. De la nueva solo tenemos copias Raúl y yo.
Ricardo
e Isabel salen del salón. El resto se divide en pequeños grupos.
Rosa va junto a Lucía. Vicente le habla a Raúl. Roberto, Enrique y
Arturo hablan junto al cuadro.
Escena 26d
(No hay imágenes)
Secuencia
26. Escena 26d. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
La
cámara se centra en Vicente y Raúl.
VICENTE
¿Raúl, te encuentras bien? Tienes
mala cara.
RAÚL
Estoy bastante mal. No puedo hacer de
cuerpo, siempre me ha costado mucho, pero siento como una gran
necesidad. Me siento hinchado. Me va a estallar la tripa. ¿Tú qué
tal?
VICENTE
Ahora me encuentro un poco mejor,
pero ha habido un rato en el que no podía separarme de la taza del
váter. Tengo la almorrana en carne viva.
Raúl
asiente. Luego reflexiona unos instantes.
RAÚL
Hay una cosa que te quiero preguntar.
VICENTE
Pregunta.
RAÚL
Esta noche te he oído bajar al
salón.
Vicente
lo mira sorprendido.
VICENTE
¿Me has oído? Lo he hecho con mucho
cuidado.
RAÚL
Lo sé, pero en esta casa se oye
todo. Yo por lo menos lo oigo todo.
Vicente
vuelve a mirarlo, pero esta vez con recelo.
VICENTE
¡No pensarás que he robado el
cuadro!
RAÚL
De momento no pienso nada, pero
intento encontrar una salida a este laberinto. Cuéntame lo que pasó.
Vicente
niega con la cabeza. Luego se resigna y comienza a hablar.
VICENTE
En realidad no pasó nada. Me
desperté de madrugada. Miré hacia la cama de Alba y estaba vacía.
Escena 26e
Secuencia
26. Escena 26e. INT. HABITACIÓN DE ALBA. NOCHE.
Están
en la misma habitación de la Escena 10a. Vicente ocupa una cama y la
otra está sin deshacer. Mira al despertador. Marca las tres y diez
de la madrugada. Enciende la luz. Se sienta en la cama y se queda
pensativo.
Escena 26f
(No hay imágenes)
Secuencia
26. Escena 26f. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Siguen
Raúl y Vicente como estaban en la Escena 26d. Raúl está
asintiendo.
RAÚL
Te pareció raro que Alba no
estuviera en la cama a esa hora.
VICENTE
Sí. Estaba seguro de que se
acostaría tarde porque tendría ganas de hablar con Arturo y su
nueva amiga, pero las tres de la madrugada me parecía excesivo.
RAÚL
Y bajaste a buscarla.
Vicente
asiente.
VICENTE
Me preocupé. Sé que objetivamente
no tiene sentido pensar que en esta casa pueda pasarle algo malo,
pero siempre he sido sobreprotector con ella, y desde que murió su
madre más.
RAÚL
Es natural.
VICENTE
No estuve fuera de la habitación ni
diez minutos. Miré en la cocina y en el salón y como no la encontré
regresé. Para entonces ella ya estaba allí.
Escena 26g
Secuencia
26. Escena 26g. INT. HABITACIÓN DE ALBA. NOCHE.
Vicente
regresa a la habitación. Justo en ese momento se encuentra a Alba
saliendo del baño.
VICENTE
¿Cariño, dónde estabas?
ALBA
En la cocina, ya sabes que de
madrugada me da hambre.
VICENTE
Pues he ido ahí y no te he visto.
ALBA
(desconcertada)
Después de tomar algo me he ido un
segundo al salón a mirar el cuadro. Como para despedirme.
VICENTE
¿No habrás activado la alarma?
ALBA
No. Lo he mirado desde el otro
extremo. No me he acercado.
A partir de este momento no hay más escenas grabadas. Llegó la epidemia del COVID-19 y no pudimos hacer nada más.
Secuencia
26. Escena 26h. INT. HABITACIÓN DE ALBA. NOCHE.
Siguen
Vicente y Raúl como estaban. Este último está muy pensativo. Luego
comienza a hablar.
RAÚL
Supongo que no coincidisteis porque
mientras tú estabas en la cocina ella salió del salón y subió a
la habitación.
VICENTE
Eso mismo pensé yo. No nos cruzamos
por segundos.
RAÚL
¿Con quién te dijo que había
estado?
Vicente
lo mira entre indignado y sorprendido.
VICENTE
Mal está que pienses que yo he
robado el cuadro, pero que pienses que ha sido tu sobrina no tiene
nombre. Voy a buscarla para que baje y ella misma te dé una
explicación.
RAÚL
No lo hagas.
VICENTE
¿Por qué no?
Raúl
se queda unos instantes pensativo.
RAÚL
Hay que aclarar lo del cuadro y
tienes que estar aquí.
Secuencia
26. Escena 26i. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Continúa
la reunión tal y como estaba, pero ahora vemos a Rosa y Lucía
hablando.
ROSA
Conociendo a Rebeca, en cuanto
regrese sigue al ataque con la ropa de Roberto.
LUCÍA
(preocupada)
¿Tú crees?
Rosa
asiente.
ROSA
Esa no suelta a una presa débil.
Roberto se ha puesto nervioso en cuanto le ha hablado de su
indumentaria.
Lucía
la mira con preocupación.
ROSA (CONT’D)
Pero tú tranquila que yo os apoyo
con discreción.
Lucía
la mira intrigada.
ROSA (CONT’D)
Roberto me lo ha contado todo.
LUCÍA
¿Te lo ha contado?
ROSA
Sí. Sabe que puede confiar en mí.
Soy su hermana favorita.
LUCÍA
Él opinaba que si te lo contaba tú
lo comprenderías, pero no pensaba decírselo a nadie.
ROSA
No le he dejado alternativa. No me
chupo el dedo. Ha sido verle con esa pinta y saber que algo raro
pasaba.
Rosa
tiene la impresión de que ha dicho algo improcedente y enseguida
rectifica.
ROSA (CONT’D)
Perdona por lo de raro. No me
malinterpretes. Yo soy muy abierta de mente. Allá cada uno con sus
cosas. He dicho lo de raro en sentido de no habitual. Me entiendes,
¿verdad?
Lucía
la mira con cara de desconcierto.
LUCÍA
Bueno, no sé.
ROSA
Y tranquila que de lo tuyo tampoco
voy a decir nada, aunque es cierto que te pido que tengas cuidado con
la máscara.
Lucía
la mira totalmente perpleja. Va a decir algo pero en ese momento se
acerca Enrique, que se dirige a Rosa.
ENRIQUE
Hola, cielo. Me ha dicho Roberto que
habías ido a buscar pastillas contra la diarrea a la cocina. ¿Las
has encontrado?
ROSA
Sí. Me he tomado cuatro.
LUCÍA
¿Cuatro? ¿No será peligroso?
ROSA
No sé, pero no podía más. Me
sentía como si me estuvieran retorciendo los intestinos y
escurriéndomelos con fuerza para sacarme todo. Como cuando aprietas
una toalla con fuerza, ¿sabes?
Mientras
habla, Rosa hace gestos reflejando lo que dice. Lucía la mira
espantada y Enrique asiente.
ENRIQUE
Yo no sé si ella sabe, pero yo sí.
Lo has explicado perfecto. Yo siento lo mismo. Por eso te he
preguntado lo de las pastillas. ¿Hay más?
ROSA
Sí, había unas cuantas. Te enseño
donde están y de paso busco a mi marido. Lo mismo se ha desmayado
por ahí de la pura deshidratación.
Enrique
asiente y ambos abandonan la sala. Lucía los ve alejarse con rostro
de preocupación.
Secuencia
26. Escena 26j. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
Junto
a la puerta de la habitación de Roberto están Braulio y Alba. Están
alterados. Hablan en voz baja pero con ansiedad.
ALBA
Tenemos que reunirnos con los demás
o sospecharán.
BRAULIO
Antes tenemos que hablar. Vamos aquí
dentro.
ALBA
Pero si esta es la habitación de
Roberto y Lucía.
BRAULIO
Da igual.
Braulio
abre la puerta y pasa. Alba lo sigue sin gran convencimiento. Una vez
dentro Braulio mira hacia afuera para descartar que no haya nadie y
cierra la puerta con cuidado.
Secuencia
26. Escena 26k. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
En
el salón principal siguen Lucía, que ahora está hablando con
Roberto, Arturo e Isabel, que están juntos, y Vicente y Raúl que
están cada uno a lo suyo. Se miran unos a otros escrutándose, como
tratando de descubrir quién es el ladrón. Lucía le habla a
Roberto.
LUCÍA
Seguro que cuando vuelva Rebeca te va
a preguntar por la ropa y por el tubo.
ROBERTO
Lo sé. Es una arpía.
LUCÍA
Va a ser mejor que digas la verdad.
ROBERTO
¿Estás loca? No puedo admitirlo.
LUCÍA
No hacerlo es peor. El verdadero
ladrón está suelto y tu vas a atraer las sospechas. Le vas a
facilitar la labor.
ROBERTO
En eso tienes razón. Tengo que
pensar en algo y hacerlo ya.
LUCÍA
¿Quién crees que ha podido ser?
ROBERTO
Supongo que cualquiera. Todos tenemos
nuestros motivos, pero estoy totalmente desconcertado.
LUCÍA
Yo también.
Mientras
Lucía dice su frase entra en el salón Rebeca. Echa un vistazo y
luego habla.
REBECA
Falta gente.
VICENTE
Es obvio.
REBECA
Da igual. A mí el que me preocupa
está aquí. Roberto, no me has dicho qué haces con esa ropa.
ROBERTO
Hay cosas más importantes que mi
interés por vestir a la última moda. Por ejemplo, descubrir al
ladrón del cuadro.
ARTURO
¡A la última moda!
ROBERTO
Así que centrémonos en lo qué ha
ocurrido.
ARTURO
Un momento. Yo también quiero saber
por qué vistes así.
ISABEL
Yo ya lo sé. Es el traje regional.
Todos
miran sorprendidos a Isabel. Esta se queda un poco cortada. Luego
aclara con timidez.
ISABEL (CONT’D)
La ropa típica del pueblo.
ARTURO
(perplejo)
¿De qué pueblo?
ISABEL
De este. Eso me dijo Roberto.
Lucía
mira a Roberto atónita. El resto mira a Isabel sin dar crédito.
VICENTE
¿Te ha dicho que era el traje
regional?
Isabel
asiente un poco avergonzada.
VICENTE (CONT’D)
¿Te lo has creído?
Isabel
mira al suelo. Lucía mira a Roberto negado con la cabeza.
ARTURO
Tío, ¿nos vas a decir la verdad de
una vez?
ROBERTO
(reticente)
Está bien. Os lo diré. No quería
hacerlo por modestia, pero no me dejáis alternativa.
REBECA
¡Modestia tú! En fin. Ve al grano.
ROBERTO
Iba al río a retirar basura. Es una
pena la cantidad de porquería que arroja la gente. Llevo el traje
para el frío y para no contaminarme y el cilindro para guardar los
residuos más tóxicos. Así de simple. Todo por altruismo.
Todos
se quedan mirando a Roberto con cara de no haberse creído una
palabra. Lucía está atónita.
VICENTE
¡Santo cielo que imaginación!
REBECA
¿De verdad piensas que nos vamos a
creer semejante cuento?
ROBERTO
Pues es la pura y simple verdad. Tal
cual. Como os lo digo.
RAÚL
Deja de hacer ya el ridículo. No
haces más que empeorar las cosas. Todos sabemos lo que hay en ese
cilindro.
ROBERTO
¿Lo sabéis?
RAÚL
Sí. Una replica del cuadro.
Roberto
lo mira sorprendido.
RAÚL (CONT’D)
Ayer, en cuanto oíste que habíamos
instalado un sistema de seguridad se te cambió la cara. Noté que te
alterabas. Luego este traje, supongo que para no dejar ADN en la
réplica, y la propia réplica metida en el cilindro. Demasiado
obvio.
Arturo
se acerca hacia Roberto con decisión.
ARTURO
Vamos a verlo.
Arturo
coge el cilindro. Roberto, ya vencido, deja que la coja sin
resistencia. Arturo abre el cilindro y saca la réplica. La extiende
y la muestra a todos. Vicente se acerca para observarla con detalle.
VICENTE
Es fantástica.
REBECA
¿Y si no es una falsificación y es
el original? Tal vez ya haya cambiado el cuadro.
ROBERTO
No es el original. No he podido
cambiarlo. Cada vez que intentaba acercarme al salón me cruzaba con
alguien. Ayer con Isabel. Hoy con Arturo y Rosa. Y cuando venía para
aquí y han empezado los gritos con Vicente.
REBECA
Podrías estar mintiendo. Lo has
hecho todo el tiempo.
RAÚL
Yo creo que dice la verdad. Vicente,
¿cuando te has cruzado con él volvía del salón?
Vicente
niega con la cabeza.
VICENTE
No, y entiendo por qué me lo
preguntas. El trayecto que llevaba era de las habitaciones hacia
aquí.
RAÚL
Lógico, porque tenía que dar el
cambio.
Raúl
va hacia donde está Arturo, coge el lienzo y se lo acerca a la
nariz. Lo huele y se queda pensando.
RAÚL (CONT’D)
La pintura todavía huele. Este
cuadro tiene solo unas semanas.
ARTURO
Aún así es muy bueno. Nos hubiera
engañado.
ISABEL
Igual a Enrique no.
VICENTE
Por cierto, ¿dónde está? No es un
momento para estar desaparecido.
Secuencia 26. Escena 26l. INT.
HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
Delante
de la puerta de la habitación de Roberto y Lucía están Enrique y
Rosa.
ROSA
¡Qué raro! Hemos mirado por toda la
casa y no está.
ENRIQUE
Nos queda esta habitación.
ROSA
Es la de Roberto y Lucía. No tiene
sentido que esté aquí.
ENRIQUE
Por mirar no perdemos nada. De la
casa no ha podido salir. Ya has oído a Ricardo: iba a cerrar la
puerta.
ROSA
Tienes razón. Echemos un vistazo.
Secuencia
26. Escena 26m. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Siguen
Vicente, Arturo, Isabel, Raúl, Rebeca, Lucía y Roberto igual que
estaban.
REBECA
Enrique no es el único que no está
aquí. ¿Dónde está Braulio? Ayer le oí regresar tarde a la
habitación.
ARTURO
¿Qué quieres decir?
REBECA
Que Braulio estuvo durante unas horas
en el salón. Quizá aprovechó para cambiar el cuadro.
ROBERTO
Rebeca tiene razón. He oído como
Rosa le preguntaba “¿de dónde vienes a estas horas?” Y su
respuesta no fue muy convincente.
REBECA
Es verdad. Respondió que del baño
de abajo. Que lo había hecho para no despertar a Rosa.
LUCÍA
Su habitación es como la nuestra.
Tiene baño.
ARTURO
¿Dijo que del baño de abajo? No
tiene sentido.
ISABEL
¿Por qué?
ARTURO
Porque tuvo que abrir y cerrar la
puerta de la habitación, subir y bajar unos treinta escalones y
pasar delante de la habitación de Roberto y de la de Rebeca. Con eso
hizo mucho más ruido y pudo despertar a mucha más gente que si
hubiera entrado en su propio baño. Ha tenido que ser él quien ha
robado el cuadro. Tal vez ya no está en la casa.
RAÚL
Sigue en la casa. La puerta de la
calle está cerrada. Braulio no ha robado el cuadro.
VICENTE
¿Por qué estás tan seguro?
RAÚL
Porque el motivo por el que no estaba
en la habitación es otro bien diferente.
VICENTE
¿Cuál es?
RAÚL
Eso carece de importancia.
Secuencia
26. Escena 26n. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
En
la habitación de Roberto están en la cama Alba y Braulio.
ALBA
Tenemos que bajar al salón ya. Ayer
mi padre casi nos pilla. Solo falta que nos vean aquí. No quiero
escándalos.
BRAULIO
Pones excusas para no estar conmigo.
Te has cansado de mí. Por eso te vas a China.
ALBA
No es que me haya cansado, pero esta
situación es insostenible. ¡Estás casado con mi tía!
BRAULIO
Cosas peores se han visto.
ALBA
Seguro, pero a mí la que me preocupa
es esta. Ya lo hablamos ayer. Se acabó.
Braulio
asiente dolido.
BRAULIO
Está bien. Te prometo que no te
molestaré más, pero despidámonos como dios manda.
De
pronto se oye que alguien llama a la puerta. Alba y Braulio se quedan
mirando hacia allí aterrados.
ROSA (O. S.)
¿Cariño, estás aquí?
BRAULIO
(espantado y cuchicheando)
¡Mi mujer!
ALBA
Corre, métete en el baño.
Braulio
se levanta disparado de la cama y se mete en el cuarto de baño. En
ese momento se abre la puerta de la habitación y entran Rosa y
Enrique. Rosa se queda muy sorprendida al ver a Alba.
ROSA
Alba, qué sorpresa. ¿Qué haces
aquí?
Alba
la mira petrificada. Tarda un poco en responder.
ALBA
La tripa. No podía más.
ROSA
¿Ibas al salón y te has sentido tan
mal que no has llegado?
Alba
asiente medio en shock.
ALBA
Tal cual. He tenido que meterme en la
cama del tío porque pensaba que me desmayaba.
ROSA
La verdad, no tienes buena cara.
Estás súper pálida.
ALBA
Te creo.
ENRIQUE
Habría que llamar a un médico. A
esta criatura se le ve exsangüe.
ALBA
No, no hace falta. Creo que si me
echo una cabezada se me pasa. Dejadme tranquila y bajar al salón que
me recupero enseguida. Ya empiezo a sentirme mejor.
ENRIQUE
¡Mejor! Si pareces un muerto
viviente de esos. Tal y como estás no podemos dejarte sola.
ROSA
Estoy preocupada por Braulio. Con
esta gastroenteritis tan salvaje lo mismo se ha desmayado y está
agonizando. ¿Lo has visto?
Alba
niega con la cabeza pero se le van los ojos hacia el cuarto de baño.
Secuencia
26. Escena 26ñ. INT. CUARTO DE BAÑO. DÍA.
Braulio
está en el cuarto de baño. Tiene el oído pegado a la puerta y cara
de pánico. En ese momento suena su tripa. Se dobla por el dolor.
Secuencia
26. Escena 26o. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
Siguen
Alba, Rosa y Enrique.
ENRIQUE
¿Qué ha sido eso?
ALBA
Me siguen sonando las tripas. Parece
que esto no tiene fin.
ROSA
Y encima ha desaparecido el cuadro.
ALBA
¿Ha desaparecido el cuadro?
ENRIQUE
No exactamente. Han cambiado el
original por una falsificación. Y ahora tu tío Roberto piensa
tenernos aquí secuestrados hasta que aparezca el culpable.
Llega
un sonido de tripas desde el baño. Los tres vuelven su mirada hacia
allí.
Secuencia
26. Escena 26p. INT. CUARTO DE BAÑO. DÍA.
Braulio
sigue en el cuarto de baño. Se está retorciendo de dolor. Se separa
de la puerta, se baja el pantalón y se sienta en la taza del váter.
Se nota que está luchando contra las ganas de defecar pero tras un
rato de lucha no puede más y suelta un pedo tremendo y una diarrea
brutal. Se queda mirando hacia la puerta horrorizado.
Secuencia
26. Escena 26q. INT. HABITACIÓN ROBERTO. DÍA.
Alba,
Enrique y Rosa están mirando hacia la puerta del cuarto de baño con
estupor.
ENRIQUE
¡Que me cuelguen si eso no ha sido
un auténtico despeño diarreico!
Rosa
empieza a olfatear el aire. Pone cara de extrañeza.
ROSA
Este olor me resulta familiar.
ENRIQUE
Cielo, es olor a mierda. ¡Y qué
olor!
ROSA
Huele igual que la que hace Braulio.
ENRIQUE
¡Qué olfato tan exquisito!
Rosa
empieza a acercarse hacia el cuarto de baño. Alba la mira
petrificada. Cuando está junto a la puerta, Rosa la abre de golpe.
Braulio, que estaba apoyado en ella, cae al suelo de la habitación.
ROSA
¿Qué haces aquí?
BRAULIO
Cariño, no es lo que parece.
Secuencia
26. Escena 26r. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
En
el salón siguen Lucía, Rebeca, Roberto, Arturo, Isabel, Vicente y
Raúl. Arturo está junto a Raúl, que está doblado de dolor.
ARTURO
Tío, ¿estás bien?
RAÚL
(con dificultad)
La verdad es que no. Ya sabes que me
cuesta mucho hacer de cuerpo. Siento una necesidad tremenda de vaciar
el intestino, pero no puedo hacerlo. Voy a estallar.
REBECA
Esto se está alargando y aquí el
ladrón no aparece. Voy a llamar a mi amigo el investigador.
RAÚL
¡Espera! Te digo que esto podemos
arreglarlo entre nosotros.
REBECA
Pues no lo parece.
VICENTE
Yo estoy con Rebeca. Así no hacemos
nada. Por lo menos podrías decirnos porque estás seguro de que el
ladrón no es Braulio.
En
ese momento entran por la puerta Enrique y Rosa. Rosa va llorando y
se sujeta en Enrique para no caerse.
ENRIQUE
Aquí os traigo a la Macarena. Entre
la diarrea y las lágrimas esta se nos deshidrata.
El
resto se queda mirando su llegada.
RAÚL
Ahí tenéis la explicación de por
qué Braulio no ha robado el cuadro.
ROBERTO
¿Qué quieres decir?
RAÚL
Seguro que Enrique os lo puede
contar.
Todos
miran expectantes a Enrique, que ya está ayudando a Rosa a sentarse
en el sofá. Rebeca se le acerca para ayudarla.
ENRIQUE
Acabamos de descubrir que Alba y
Braulio tienen una aventura.
LUCÍA
¿Alba y Braulio?
VICENTE
Eso es imposible.
RAÚL
Es posible. Ayer a la noche estuviste
a punto de descubrirlo. Fue cuestión de segundos que no te toparas
con ellos. Braulio no robó el cuadro porque estuvo con tu hija.
Secuencia
26. Escena 26s. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Continúa
la secuencia como antes pero la cámara se centra en Arturo, Isabel y
Vicente. Arturo e Isabel hablan entre ellos. Vicente que está cerca
oye la conversación y los mira en estado de shock.
ISABEL
¿Alba con ese viejo?
ARTURO
¡Qué asco! ¿Te imaginas metiéndole
la lengua en la boca hasta la garganta?
Arturo
saca la lengua y la mueve lascivamente. Vicente lo mira anonadado y
asqueado.
ISABEL
La verdad, todas esas babas.
ARTURO
Manoseada por uno que podría ser su
padre.
Vicente
los mira cada vez más espantado.
ARTURO (CONT’D)
Y teniendo sexo salvaje.
ISABEL
Prefiero no imaginármelo. ¡Qué
horror! ¿Qué ha podido encontrar Alba en él?
ARTURO
Creo que sé dónde radica su
encanto. He visto a Braulio desnudo en el vestuario del gimnasio y no
te imaginas lo que tiene entre las piernas. Ni un Miura.
Vicente
mira a Arturo, luego al infinito y cae desmayado.
Secuencia
26. Escena 26t. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Sigue
la misma escena, pero ahora la cámara se centra en Rebeca y Rosa que
están en el sofá.
REBECA
Vaya, qué poco aguante.
ROSA
(entre lágrimas)
¿Poco aguante? ¡Qué pobre! Y su
hija qué guarra.
REBECA
Esas mosquitas muertas son las
peores. Y tú deja ya de llorar. ¡Menudo berrinche por una tontería!
ROSA
¡Por una tontería!
REBECA
Ese marido tuyo nunca me ha parecido
gran cosa. ¡Déjalo y búscate otro!
ROSA
¡Pero cómo puedes decir eso!
REBECA
No digo más que la verdad. ¡Menuda
joyita! Pegándotela con una veinte años más joven que tú.
ROSA
Seguro que solo ha sido una aventura.
Braulio me quiere.
REBECA
Eso, encima justifícalo. Los hombres
son todos iguales. Ven carne fresca y se lanzan como locos. Claro,
quién va a querer estar con una vieja.
ROSA
¿Me estás llamando vieja?
REBECA
Bueno, medio vieja. Más vale que te
vayas haciendo a la idea. El mercado nos retira en cuanto pasamos de
los cuarenta.
ROSA
(irónica)
Me estás ayudando un montón.
REBECA
Para eso estamos los hermanos.
Rosa
la mira atónita.
Secuencia
26. Escena 26u. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Siguen
igual que antes, pero ahora vemos a Vicente, que sigue desmayado en
el suelo y se está despertando y a Lucía y Enrique que están junto
a él. Enrique habla dirigiéndose hacia el grupo.
ENRIQUE
Parece que ya resucita.
Lucía
le habla a Vicente.
LUCÍA
¿Estás bien?
VICENTE
¿Me he desmayado?
ENRIQUE
Sí, cielo. Claro, que no me extraña.
Entre la diarrea, porque aquí a uno lo envenenan, lo del cuadro y
que tu hija muy buen gusto para los hombres no tiene, pues que no has
podido más.
Vicente
mira a Enrique asqueado. Luego a Lucía, y le habla a este.
VICENTE
¿He estado mucho rato inconsciente?
LUCÍA
No, unos pocos minutos.
VICENTE
Creo que no me encuentro bien.
LUCÍA
Buena cara no tienes.
Vicente
se pone en pie pero le cuesta.
VICENTE
Estoy medio mareado.
LUCÍA
Será mejor que te acuestes. Vamos a
tu cuarto. Yo te ayudo.
Secuencia
26. Escena 26v. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
Están
los mismos de antes en el salón (Rebeca, Rosa, Roberto, Isabel,
Arturo, Raúl, Vicente, Enrique y Lucía). Vicente y Lucía se
encaminan hacia la puerta.
LUCÍA (CONT’D)
Voy a acompañar a Vicente a su
habitación. No se encuentra bien.
RAÚL
Será lo mejor. Tiene mal aspecto.
ROBERTO
Cariño, ¿quieres que te ayude?
ARTURO
Roberto que no se vaya. No sabemos
quién ha sido el ladrón. Aquí la gente viene y va, el tiempo pasa
y no hay respuestas.
En
ese momento llega Ricardo, que se cruza en la puerta con Vicente y
Lucía.
Secuencia
26. Escena 26w. INT. SALÓN PRINCIPAL. DÍA.
La
cámara se centra en Lucía, Vicente y Ricardo. Lucía le da una
explicación a Ricardo.
LUCÍA
Acompaño a Vicente a su habitación.
RICARDO
Tiene un aspecto horrible, la verdad.
Vicente
lo mira entre desmayado y asustado.
RICARDO (CONT’D)
Claro, que no me extraña. Esta
diarrea va a acabar con nosotros. Me he sentido morir. Pensaba que se
me abrían las entrañas. En mi vida había padecido algo semejante.
Lucía
lo mira asustada.
LUCÍA
Además de por la diarrea se ha
puesto malo por lo del disgusto.
RICARDO
Lo del cuadro es otro palo bien
grande. Pero como que me llamo Ricardo que vamos a encontrar al
ladrón aunque tengamos que estar aquí un año encerrados.
LUCÍA
Me refería al otro disgusto.
Ricardo
la mira extrañado.
LUCÍA (CONT’D)
A lo de la relación de Alba con
Braulio.
La
extrañeza de Ricardo aumenta.
LUCÍA (CONT’D)
Se ha descubierto que Alba y Braulio
tienen una aventura.
RICARDO
(muy sorprendido)
¿Alba y Braulio tienen una aventura?
¿Alba con ese viejo?
Vicente
lo mira al borde de colapso. Lucía hace un gesto a Ricardo para que
no haga más comentarios.
RICARDO (CONT’D)
Acompáñalo, sí. No vaya a ser que
encima se muera. Bastantes problemas tenemos ya.
Vicente
va a protestar pero no tiene fuerzas. Lucía se lo lleva medio a
rastras.
Secuencia 26. Escena 26x. INT. SALÓN
PRINCIPAL. DÍA.
Tras
la salida de Vicente y Lucía y la llegada de Ricardo están en el
salón este último, Enrique, Rebeca, Raúl, Arturo, Isabel, Rosa y
Roberto. Rebeca toma la palabra.
REBECA
¡Ya está bien! Hay que buscar una
solución rápida. Vicente está horrible y Raúl tampoco tiene buen
aspecto. Quizá tendrían que ir a un hospital. Voy a llamar a mi
amigo el detective para que resuelva esto de una vez.
RAÚL
No lo hagas. Espera. Sé quién ha
robado el cuadro.
Todos
se quedan mirando a Raúl expectantes. Isabel le habla a Arturo.
ISABEL
Al final va a resultar que gracias al
rayo tiene clarividencia.
Arturo
la mira escéptico.
ARTURO
No sé yo. A ver por dónde nos sale.
Raúl
comienza a hablar a todos.
RAÚL
Desde que Enrique ha descubierto la
falsedad del cuadro, a eso de las seis, y nos ha llamado--
ROBERTO
¿Llamar? Pero si lo que ha hecho es
gritar como un poseso.
RICARDO
Por favor, dejadle hablar. No
interrumpáis.
Roberto
hace un gesto de asentimiento aunque con desgana.
RAÚL
Como decía, desde que Enrique ha
visto que el cuadro era falso he estado pensando qué ha podido
pasar.
ARTURO
¿Puedes ir al grano? Algunos tenemos
ganas de irnos de aquí. Di el nombre del ladrón y punto.
ROSA
Por favor, dejadle que hable
tranquilamente. Quiero saber qué ha pasado exactamente.
RICARDO
Yo también. Sigue, Raúl.
RAÚL
Ayer a la tarde, a eso de las seis,
Enrique vio el cuadro por primera vez y se maravilló.
Raúl
se dirige a Enrique.
RAÚL (CONT’D)
Era el autentico, ¿no es así?
ENRIQUE
Ya lo creo. Qué cosa tan divina. Qué
trazos. Qué equilibrio de colores. Qué éxtasis para la vista.
Arturo
le habla a Isabel.
ARTURO
Me pregunto dónde habrá conocido mi
tía a semejante petardo.
ISABEL
Un poquito pedante sí que es.
ARTURO
¿Un poquito? Es peor que tocar
resina.
Ricardo
se dirige a Arturo.
RICARDO
¿Podéis guardar silencio, por
favor?
Arturo
asiente.
RAÚL
Por lo tanto, hay un intervalo de
veinticuatro horas en el que se ha producido el cambio de un cuadro
por otro.
REBECA
Muy bien. Acabas de demostrarnos que
sabes contar hasta veinticuatro. Toda una proeza. ¿Algo más?
Raúl
la ignora y sigue hablando como si nada.
RAÚL
Ricardo activó la alarma antes de
irse a la cama, que era la una de la madrugada. La ha desactivado a
las diez de la mañana.
Raúl
mira a Ricardo buscando su asentimiento.
RICARDO
Exacto.
RAÚL
Es poco probable que en ese periodo
se haya producido el cambio. El sistema de seguridad es muy
sofisticado. Solo Ricardo y yo sabíamos de su existencia.
ROBERTO
Desde luego fue toda una sorpresa.
RAÚL
El único que pudo haber cambiado el
cuadro por la noche es Vicente.
ARTURO
¿Y eso?
RAÚL
Ha tenido muchos trabajos y, aunque
la mayoría lo desconocéis, el que más le duró fue mantenimiento
en una empresa de seguridad.
REBECA
Si es así, ¿por qué lo descartas?
Igual fue él.
RAÚL
Si hubiera bajado al salón a cambiar
el cuadro se habría topado con Alba y Braulio. Seguro que no le
hubieran quedado ganas de hacerlo. Ya veis lo mal que se ha tomado el
descubrimiento.
ARTURO
Pudo hacerlo más tarde.
RAÚL
Yo lo hubiera oído. Me despertó el
grito de Rosa cuando Braulio regresó de madrugada. Después de eso
no me pude dormir.
ROBERTO
Por muy fino que tengas el oído pudo
bajar otra persona y tú no enterarte.
RAÚL
Lo dudo.
REBECA
No podemos fiarnos solo de lo que
dice tu oído. Estoy con Roberto. Pudo bajar alguien a hacer el
cambio y tú no darte cuenta.
RAÚL
¿Quién?
REBECA
No sé, cualquiera. Arturo, por
ejemplo, que se hace mucho el digno e igual es para no parecer
sospechoso.
RAÚL
Arturo e Isabel estuvieron todo el
rato en el cuarto. Seguro que no soy el único que los oyó.
Isabel
se queda pensativa.
Secuencia
26. Escena 26y. INT. HABITACIÓN DE ARTURO. NOCHE.
Es
un recuerdo de Isabel de la noche anterior. Arturo e Isabel están en
la cama haciendo el amor. Isabel grita como una loca.
Secuencia
26. Escena 26z. INT. SALÓN PRINCIPAL. NOCHE.
Continúan
igual que antes de que Isabel hubiera tenido el recuerdo. Esta se
encuentra avergonzada.
ROBERTO
Es verdad. ¡Qué gritos!
Enrique
habla a Isabel.
ENRIQUE
Cielo, no veas la envidia que me has
dado toda la noche. Ha tenido que ser fantástico.
Isabel
mira hacia otro lado avergonzada.
ARTURO
A mí me duele la tripa y creo que me
va a volver la diarrea en cualquier momento. ¿Puedes decirnos ya
quién se ha llevado el cuadro?
RAÚL
No te creas que yo me encuentro bien.
También tengo ganas de acabar, pero las cosas requieren una
explicación.
Rosa
le habla a Raúl.
ROSA
La verdad es que tienes muy mala
cara.
RAÚL
Sí. Me están entrando ganas de
vomitar. A duras penas las contengo.
ROBERTO
(muy extrañado)
¿Ganas de vomitar?
Todos
se quedan mirando a Roberto intrigados. Este pone cara de haber
metido la pata.
RICARDO
Pareces sorprendido.
ROBERTO
(disimulando)
No, no. Lo que pasa es que como todo
el mundo tiene diarrea me sorprende lo de las nauseas.
REBECA
En las intoxicaciones por setas son
muy frecuentes los vómitos.
RICARDO
Es imposible que hayan sido las
setas.
ENRIQUE
Será imposible pero yo ha sido comer
las setas y soltar por abajo de todo.
Rosa
sigue mirando a Raúl con preocupación. Luego habla a todos.
ROSA
Dejemos ya ese tema. Mejor no más
interrupciones que veo a Raúl fatal. El pobre tiene un intestino muy
caprichoso y le cuesta mucho hacer de cuerpo. Me da la impresión de
que lo que no está pudiendo salir por abajo tendrá que salir por
arriba.
ARTURO
Si pasa eso yo no quiero estar cerca.
Puede ser el vómito del milenio.
RICARDO
Por favor, Raúl, sigue.
RAÚL
Si a la noche era poco probable que
se hubiera hecho el cambio, durante el día ha sido imposible.
Se
oye un murmullo.
REBECA
¿Qué quieres decir?
RAÚL
Siempre ha habido más de una persona
en el salón. Roberto algo de eso sabe. Desde el principio ha
intentado cambiar el cuadro y no ha podido.
ROBERTO
Eso es verdad. Lucía y yo hemos
estado todo el rato al acecho y siempre había alguien.
ARTURO
Entonces la única posibilidad es que
el robo lo hayan hecho dos personas compinchadas. Dos tan diferentes
que nadie pensemos que tienen intereses comunes. Uno vigilando y el
otro haciendo el cambio.
RAÚL
Podría ser, pero ya sabes como es
esta familia. Aquí cada uno va a lo suyo. Imposible ponerse de
acuerdo.
REBECA
O tal vez habéis sido Ricardo y tú.
Los dos hermanísimos. Mellizos con intereses comunes, que aún de
adultos duermen en la misma habitación, únicos conocedores del
sistema de seguridad y, en la práctica, los únicos que disfrutáis
del cuadro ya que lo tenéis aquí siempre.
Todos
se quedan mirando, expectantes, a Ricardo y Raúl.
RAÚL
Buen intento, hermana, sobre todo
teniendo en cuenta que tú sí sabes qué ha pasado en realidad.
Se
oye un murmullo generalizado.
RICARDO
¿Ha sido Rebeca? No me sorprende.
RAÚL
Tampoco. En realidad…
Raúl
va a seguir pero se tiene que detener con un espasmo en el vientre.
Parece que va a vomitar.
ISABEL
Yo creo que va a vomitar.
ARTURO
Y nos va a dejar con la intriga.
Raúl
lucha contra la nausea. Finalmente logra controlarla. Se recompone.
Se acerca al cuadro y se coloca frente a él.
RAÚL
En realidad este maravilloso cuadro
sigue siendo el Fernández Chocarro. Nadie lo ha cambiado.
Todos
se acercan hacia el cuadro entre murmullos de sorpresa.
RICARDO
¿Es el verdadero?
RAÚL
Así es.
Todos
miran a Enrique.
ROSA
A la mañana he visto hablar a Rebeca
con Enrique sin que ellos se dieran cuenta y este no tenía pluma.
ISABEL
Y Rebeca tenía mucho interés en que
llamarais a un detective privado amigo suyo.
ARTURO
Todo encaja. Rebeca trae a un amigo
del que nunca hemos oído hablar y que, supuestamente, es un gran
entendido en arte.
ROBERTO
Dice que han cambiado el cuadro y
como los demás no tenemos ni idea de arte nos lo creemos.
ISABEL
Como la familia no queréis que se
arme un escándalo llamáis a un detective privado, que precisamente
es amigo de Rebeca.
RICARDO
Que sin duda tampoco será un
detective privado.
ROBERTO
Pero que al igual que yo traerá una
replica del cuadro.
ISABEL
Sin duda su intención sería
llevarnos a todos a algún otro cuarto con alguna excusa para
investigar y aprovechar que se quedaba solo para hacer el cambio.
ARTURO
Más tarde o más temprano todos
estaríamos agotados. Querríamos irnos a casa. El investigador
también pondría algún pretexto para salir llevándose el original.
Aquí quedaría una copia que nadie sabría cómo se ha cambiado. Del
último que sospecharíamos sería del investigador.
Raúl
está prácticamente apoyado en sus rodillas. Se le nota realmente
enfermo. A duras penas se incorpora.
RAÚL
Exactamente. Esto es lo que yo creo.
REBECA
Eso suponiendo que el cuadro sea el
original. ¿Y si Raúl miente?
ROSA
Hay una forma de estar seguros de que
es el original.
Todos
miran a Rosa expectantes.
ROSA (CONT’D)
Cuando era cría pinté la parte de
atrás con un bolígrafo. Fueron un par de rayas de nada, una especie
de firma, pero el papá casi me mata.
RICARDO
¿Dónde hiciste las marcas
exactamente?
ROSA
Deberían estar en la parte inferior
derecha. Pondrá algo parecido a Rosa. Vamos a descolgarlo.
ENRIQUE
(sin amaneramiento)
No es necesario. Es el original.
REBECA
¿Por qué lo confiesas?
ENRIQUE
Porque no hemos cometido ningún
delito. No es delito gastar una broma a tu familia.
RICARDO
¿Te piensas que vamos a creernos que
es una broma? Conocemos demasiado bien a Rebeca.
ENRIQUE
Lo que creáis o dejéis de creer me
da igual. Ni Rebeca ni yo hemos tocado el cuadro. No hemos robado
nada. ¿Vais a poner una denuncia en la policía? Denunciando ¿qué?
ROBERTO
¡Qué sinvergüenzas!
ENRIQUE
¡Mira quién fue a hablar! El que se
ha paseado por la casa con ese mono ridículo.
RICARDO
Roberto tiene razón. Sois unos
sinvergüenzas.
REBECA
No tanto. Ese cuadro debería ser
mío. Al morir Rafael yo pasé a ser la primogénita. Por herencia me
correspondía.
RICARDO
Pues ahora te vas a tener que joder
porque el cuadro se va a vender. Puedes estar contenta de que te
demos la parte que determinó padre. Por mí no te daría nada.
ROSA
Yo tampoco se lo daría, por malvada.
Raúl, ¿tú qué opinas?
En
ese momento todos se fijan en Raúl. Está conteniendo las arcadas.
Está enfrente del cuadro. Se precipitan hacia él.
ALBA
¡Va a vomitar!
ROBERTO
Está delante del cuadro.
ARTURO
Joder, como lo vomite lo destroza.
ROSA
Nooooo.
En
ese momento Raúl suelta un vómito gigantesco encima del cuadro.
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