domingo, 1 de mayo de 2022

El orco enfermo. Soneto mayo 2022


 

Ya se ha escrito sobre todo lo que se puede escribir. Si hubieran sobrevivido hasta nuestros días los pergaminos que se redactaron en la Grecia Clásica, comprobaríamos que desde hace varios siglos no hay nada nuevo que decir. A lo máximo que podemos aspirar es a introducir pequeñas variaciones. Es lo que he pretendido con el Orco enfermo. Aunque el tema es el amor, he hecho protagonista a un orco. No creo que haya muchos sonetos en los que esas criaturas sean mencionadas. La verdad es que muy poéticos no resultan.

    Hay una versión audiovisual, recitada por Luis Fernández Reyes, que puede verse en mi canal de YouTube.

 


 

    Este mes he añadido un segundo soneto. Como ya he dicho muchas veces, no me gusta provocar ni ser ofensivo. No me agradan los "artistas” que para llamar la atención sobre su obra o sobre sí mismos utilizan como herramienta el insulto o el escándalo. Tampoco me gusta la autocensura. Creo que debo decir lo que me apetece decir. Es el caso de Madre naturaleza. Es un poema que no voy a subir a Facebook ni del que voy a hacer una versión audiovisual porque pienso que puede resultar incómodo para algunas personas. Siempre hay alguien al que lo que tú hagas o lo que tú seas le va a molestar. Puede ser tu corte de pelo, tu altura, tu peso, con quién haces el amor, tus creencias religiosas, tu olor, el color de tu piel, tu acento, tu forma de vestir… Hay que vivir con ello. Por eso, publico Madre naturaleza con la seguridad de que va a haber alguien al que le va a molestar, pero con la tranquilidad de que lo hago sin mala intención. Lo que digo en ese soneto, lo pienso. Esto resultará incomprensible para algunos. En general, nuestras ideas son fruto del tiempo que nos toca vivir. A la mayoría de las personas de nuestra época, montar hoy día un espectáculo que incluya una lucha a muerte entre gladiadores le parecería una barbaridad. A los ciudadanos de la Roma Imperial les resultaba algo de lo más divertido. Desde entonces ha llovido mucho, pero hemos cambiado poco. Quién sabe si en unos años esos enfrentamientos mortales no vuelven a hacerse populares. Hoy en día, lo que nos toca pensar es que la naturaleza es maravillosa. Hay una santificación de lo natural. Constantemente se habla del mundo que vamos a dejar a nuestros hijos, del cambio climático, de la destrucción de los bosques, de la desaparición de las especies, etc. Consideramos estos hechos negativos porque, supuestamente, van contra la naturaleza. Pero la realidad, al menos como yo la veo, es bien distinta. La naturaleza es tan creativa como destructiva. A la naturaleza le da igual el individuo, la especie, el planeta y las leyes de la física. La naturaleza no sabe nuestros apellidos, ni le importan. Supongo que tendrá su propia lógica, pero los humanos la desconocemos. Soy incapaz de creerme que somos sus enemigos o sus aliados. En mi opinión no somos ni lo uno ni lo otro, porque somos parte de ella. Es más, somos lo que mejor la representa, al menos en el universo que conocemos. El ser humano es la criatura sobre la tierra con mayor capacidad de construir y destruir; de hacer cosas bellas y horribles; de dar vida y de quitarla... Maldigo a la naturaleza, pero también la amo.