domingo, 1 de noviembre de 2020

Eres. Soneto noviembre 2020







Escribir un soneto a veces lleva mucho tiempo y otras no tanto, pero hay una cosa que tengo clara: si no estoy constantemente dispuesto a "recibir la inspiración", no me sale nada. Quiero decir que, en mi caso, no es suficiente con encender el móvil y ponerme a pensar, sino que tengo que estar las veinticuatro horas del día en estado de alerta. Es como si el soneto estuviera escondido en alguna parte y para encontrarlo tuviera que andar buscando por los rincones. Explico esto porque me ha costado mucho escribir el de este mes. Mejor dicho, me ha costado mucho encontrar el de este mes. La causa de esta dificultad ha sido que mi mente está centrada en la novela que estoy escribiendo y no queda sitio para nada más. Afortunadamente, una mañana que me desperté antes de lo que hubiese querido me vinieron a la mente los tres últimos versos. Una vez identificado el rastro del animal, darle caza no resultó complicado.