En el año 2020, el fotógrafo Tobias Baumgaertner ganó un premio en el Oceanographic Magazine’s Ocean Photography Awards con la imagen de dos pingüinos abrazándose mientras observaban, a lo lejos, las luces de la ciudad de Melbourne. Ambos pingüinos eran viudos, una vieja hembra y un joven macho, y su forma de consolarse era ese abrazo que repetían cada noche. Esa fotografía es la que me ha inspirado a escribir este soneto.
Me hubiera gustado poner aquí esa foto, pero supongo que eso habría vulnerado los derechos de autor. También la habría empleado en el vídeo que he subido a YouTube, y en el que la recitación corre a cargo de Luis Fernández Reyes. Para evitarme problemas he preferido no hacerlo. En vez de eso he dado instrucciones a la inteligencia artificial Dall-E 2 y ha sido ella la que ha creado las ilustraciones.
Este poema está incluido en el libro "Sonetos 2015-2024"