El soneto del mes de agosto es otro intento más, y ya van unos cuantos, de escribir un poema que suene a clásico. Para ello he elegido un tema habitual en la poesía de cualquier época, el desamor. He empleado algunas palabras poco usadas hoy en día (aviesos, garduña), le he metido una buena dosis de dramatismo en el segundo cuarteto y he hecho referencia a elementos de la naturaleza en el primer terceto. En la primera versión que escribí el último verso era diferente; algo mucho más acorde al resto del soneto. Posiblemente era lo más correcto, pero al final me he decantado por darle una nota de color.
A veces siento la necesidad de escribir. A pesar de mi inconstancia he conseguido terminar dos novelas, una obra de teatro, varios sonetos y algunas cosas más. Si quieres enviarme un comentario sobre algo de lo que hayas leído en mi blog puedes hacerlo a esta dirección de correo electrónico: andres.garralda@gmx.es
sábado, 1 de septiembre de 2018
¡Qué pena! Soneto septiembre 2018
El soneto del mes de agosto es otro intento más, y ya van unos cuantos, de escribir un poema que suene a clásico. Para ello he elegido un tema habitual en la poesía de cualquier época, el desamor. He empleado algunas palabras poco usadas hoy en día (aviesos, garduña), le he metido una buena dosis de dramatismo en el segundo cuarteto y he hecho referencia a elementos de la naturaleza en el primer terceto. En la primera versión que escribí el último verso era diferente; algo mucho más acorde al resto del soneto. Posiblemente era lo más correcto, pero al final me he decantado por darle una nota de color.
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Es el mismo sentimiento de pena el del protagonista de "Qué pena!" y el del protagonista de "Reloj de arena"?
ResponderEliminarNo. En ¡Qué pena! no hay pérdida. Es un amor no correspondido. En reloj de arena sí hubo un sentimiento recíproco.
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