Escribir un soneto a veces lleva mucho tiempo y otras no tanto, pero hay una cosa que tengo clara: si no estoy constantemente dispuesto a "recibir la inspiración", no me sale nada. Quiero decir que, en mi caso, no es suficiente con encender el móvil y ponerme a pensar, sino que tengo que estar las veinticuatro horas del día en estado de alerta. Es como si el soneto estuviera escondido en alguna parte y para encontrarlo tuviera que andar buscando por los rincones. Explico esto porque me ha costado mucho escribir el de este mes. Mejor dicho, me ha costado mucho encontrar el de este mes. La causa de esta dificultad ha sido que mi mente está centrada en la novela que estoy escribiendo y no queda sitio para nada más. Afortunadamente, una mañana que me desperté antes de lo que hubiese querido me vinieron a la mente los tres últimos versos. Una vez identificado el rastro del animal, darle caza no resultó complicado.
A veces siento la necesidad de escribir. A pesar de mi inconstancia he conseguido terminar dos novelas, una obra de teatro, varios sonetos y algunas cosas más. Si quieres enviarme un comentario sobre algo de lo que hayas leído en mi blog puedes hacerlo a esta dirección de correo electrónico: andres.garralda@gmx.es
domingo, 1 de noviembre de 2020
Eres. Soneto noviembre 2020
Escribir un soneto a veces lleva mucho tiempo y otras no tanto, pero hay una cosa que tengo clara: si no estoy constantemente dispuesto a "recibir la inspiración", no me sale nada. Quiero decir que, en mi caso, no es suficiente con encender el móvil y ponerme a pensar, sino que tengo que estar las veinticuatro horas del día en estado de alerta. Es como si el soneto estuviera escondido en alguna parte y para encontrarlo tuviera que andar buscando por los rincones. Explico esto porque me ha costado mucho escribir el de este mes. Mejor dicho, me ha costado mucho encontrar el de este mes. La causa de esta dificultad ha sido que mi mente está centrada en la novela que estoy escribiendo y no queda sitio para nada más. Afortunadamente, una mañana que me desperté antes de lo que hubiese querido me vinieron a la mente los tres últimos versos. Una vez identificado el rastro del animal, darle caza no resultó complicado.
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El hombre, los seres humanos, con las eternas contradiciones, con su grandeza y sus miserias.Tan capaz de producir vida como de provocar muerte...
ResponderEliminarNo sé si mi percepción como lector se aproxima a la intención del poeta.
Me ha parecido, en cualquier caso, hermoso.
¡Felicidades!
Gracias por tu comentario.
EliminarSí, tú interpretación es correcta. Me he basado en las contradicciones que todos tenemos, aunque algunos las tienen más que otros.
Un abrazo.