martes, 1 de septiembre de 2020

Necrófilo. Soneto septiembre 2020



Hace unos dieciocho años ocurrió un hecho en el hospital en el que yo trabajaba que me llamó la atención. Un matrimonio había pedido cita con el jefe de cirugía general. No habían acudido a él por encontrarse enfermos, sino para hacerle la siguiente pregunta: ¿había podido dejar embarazada a la esposa alguien del personal de quirófano? Al principio el médico no entendía de qué iba todo aquello. Pronto el matrimonio se lo explicó. Ella estaba embarazada de siete meses, algo que el cirujano pudo constatar con sus propios ojos. Al marido le habían hecho una vasectomía y, por lo tanto, no podía ser el padre. Ella juraba y perjuraba que no había cometido infidelidad. La única posibilidad que se les ocurría era que la hubieran forzado en el hospital. Según el matrimonio, la ginecóloga había dado como fecha posible de la fecundación una que coincidía con los días en los que ella había sido operada bajo anestesia general. El cirujano contesto de manera inmediata que no era posible. Yo, en aquel momento, tenía la misma opinión que él.

        Un par de meses después de que ocurriera el incidente que he comentado conocí a una persona, en una provincia que no era en la que yo vivía, con la que mantuve varias conversaciones. Creo que esas charlas fueron sinceras; sin fantasías ni exageraciones. Un día me contó una historia que, supongo, era cierta. Tenía un amigo que trabaja en la UCI de un hospital. Esa persona masturbaba a los pacientes varones mientras estaban inconscientes. Según su versión, lo hacía por el bien de los enfermos.

        Hoy, tras haber escuchado muchas historias aparentemente inverosímiles y de haber vivido unas cuantas nada convencionales, pienso que a la mujer del matrimonio se le tenía que haber dado credibilidad. Quizá la explicación más lógica, la infidelidad, era la verdadera, pero el cirujano debería haberse planteado otras opciones. Por ejemplo, a veces las vasectomías fallan. En ese caso, el padre sería el propio esposo. ¿Pudo haberla dejado embarazada algún trabajador del hospital? No parece probable, pero sí posible. La paciente estaría inconsciente en el quirófano, en el trayecto del quirófano a la sala de despertar y en la UCI. Lo que ocurrió en ese periplo no lo sabemos.

        Si el término necrófilo existe es porque hay personas que encajan en esa definición. No sé cuál será su incidencia real ni cuántas personas de las que sienten atracción por los cadáveres pueden llegar a consumar actos con ellos, pero seguro que alguna habrá.
 

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