Suelo ir a casi todos los sitios
caminando. Esto antes se consideraba saludable pero actualmente, en
Pamplona, es una actividad de riesgo. Algunas bicicletas han tomado
las aceras con la idea de echarnos a los peatones de ellas. Sus
arremetidas contra los transeúntes recuerdan a las cargas de
caballería. He intentado meterme en la cabeza de uno de estos
«bicicleteros».
Supongo que lo que piensan es lo que
he escrito en el soneto titulado La acera es mía.
Hay una versión cantada de este soneto que puedes ver en YouTube:

No hay comentarios:
Publicar un comentario