De vez en cuando me gusta mirar en Internet vídeos de gente corriente bailando. Puedo pasarme minutos y minutos haciéndolo. Me encanta. Son de las cosas menos tóxicas que circulan por la red. Personas ordinarias divirtiéndose afrontando el reto de un baile. He querido poner mi granito de arena a esa forma de entretenimiento. Lo he hecho escribiendo un soneto y trasformándolo en una canción con la ayuda de un programa de inteligencia artificial, concretamente con Suno. Con la letra y la música solucionadas, solo me faltaban dos cosas. Una era la coreografía. Para ello he contado con la ayuda de Cecilia Maisón. Ella lleva años haciendo danza contemporánea. No solo ha hecho la coreografía, sino que también la ha bailado. La acompañan mis amigos Fran Barberena y Jose Antonio Moler. Estos dos, como suele decirse, se apuntan a un bombardeo.
Andrés Garralda. Mis escritos
A veces siento la necesidad de escribir. A pesar de mi inconstancia he conseguido terminar dos novelas, una obra de teatro, varios sonetos y algunas cosas más. Si quieres enviarme un comentario sobre algo de lo que hayas leído en mi blog puedes hacerlo a esta dirección de correo electrónico: andres.garralda@gmx.es
sábado, 20 de diciembre de 2025
lunes, 1 de diciembre de 2025
Testamento. Soneto diciembre 2025
El soneto de este mes refleja una situación tan triste como frecuente. A uno de los miembros de la pareja (en el caso del poema a la mujer) le diagnostican una enfermedad mortal. A partir de entonces saben que están pasando sus últimos momentos juntos. Ella quiere que él continúe con su vida tras su muerte. Lo anima a que se divierta, a que sea feliz y a que la olvide. Ese es su testamento, testamento que a él le resulta más doloroso que liberador.
Enlace a la versión audiovisual recitada por Luis Fernández Reyes:
sábado, 1 de noviembre de 2025
Un cadáver envuelto en una lona. Soneto noviembre 2025
El interés en escribir este soneto me lo generó una imagen que vi en un informativo. No recuerdo muy bien la noticia. Lo que me llamó la atención fue que sacaban de un edificio un cadáver envuelto en una lona. Podríamos decir que, en ese momento, ese muerto era un objeto. Sin embargo, en el pasado habría sido una persona con sus alegrías, amores, maldades, disgustos y toda la sarta de vivencias y aprendizajes que nos convierten en humanos. Esa fue la premisa inicial. La idea me parecía buena. La ejecución no lo fue tanto y el resultado final todavía lo es menos. No logré plasmar lo que tenía en mente.
Cuando estaba preparando la versión audiovisual leí otra noticia que, una vez más, influyó en lo que estaba haciendo. En ella se hablaba sobre la cantidad de personas que fallecían solas. De muchas de ellas nadie se percataba de su muerte hasta pasado más de un año. En el vídeo intento plasmar una situación similar. Recita Luis Fernández Reyes.
miércoles, 1 de octubre de 2025
Silencio. Soneto octubre 2025
Ya he comentado en alguna entrada anterior que soy de los que opina que cada pareja es un mundo. En algunas, los dos componentes se pasan la vida pegados el uno al otro: duermen, comen y hasta trabajan juntos. Otras prefieren darse más espacio y dosifican las horas que comparten. Las hay que viven en casas diferentes y se juntan solo de vez en cuando. Todo vale si el amor triunfa. También varía mucho la forma en que se comunican entre ellos. En algunas se lo cuentan todo mientras que en otras prefieren mantener áreas privadas. Algunas hablan sin parar; otras se comunican muy poco. Y todo esto está muy bien si funciona. El problema de la pareja protagonista del soneto “Silencio” es que ya no funciona. Aquí la comunicación se ha perdido porque también se ha perdido el amor. Les falta el valor para separarse. Ya no se quieren; solo se toleran. Para mejorar esa tolerancia, callan. En parte porque no tienen nada que decirse y, en parte, porque si se dicen algo, tal vez hagan estallar en pedazos su mundo de calma tensa.
lunes, 1 de septiembre de 2025
Ese día. Soneto septiembre de 2025
viernes, 1 de agosto de 2025
Garralela. Soneto agosto 2025
Garralela es una palabra que inventó mi madre. Es la fusión de otras dos: garrapata y lela. ¿Qué es una garralela? Eso es lo que he intentado explicar en el soneto. Espero que haya quedado claro, tan claro como que debes evitar a las garralelas.
Existe una versión audiovisual recitada por Luis Fernández Reyes.
martes, 1 de julio de 2025
Lascia la rosa. Soneto julio 2025
Este soneto es la consecuencia de dos acontecimientos que me ocurrieron en una misma semana. Comenzaré citando el más posterior, ya que fue, por decirlo de alguna manera, la chispa que hizo estallar la pólvora que había acumulado previamente. Esa chispa fue un recital de Samuel Mariño. Aunque no venga al caso, debo decir que fue un concierto fantástico. Recomiendo, a aquel que pueda, no perdérselo en directo. Ese intérprete es un prodigio de la naturaleza. Impresionante.
El bueno de Samuel me sorprendió al cantar Lascia la spina, una pieza que conocía y no conocía. Conocía la música, pero desconocía esa letra. Seguro que a algunos lectores les sonará mucho más Lascia ch’io pianga. Ambas fueron creadas por Händel. Podríamos decir que se plagió a sí mismo. Primero compuso Lascia la spina y, unos años después, recicló la partitura y la introdujo en su opera Rinaldo, pero en esa ocasión con una letra diferente.
La letra de Lascia la spina reza así: Lascia la spina; cogli la rosa; tu vai cercando; il tuo dolor. Puede traducirse por: Deja la espina, coge la rosa, vas buscando tu propio dolor.
Es decir, el protagonista se recrea en hacerse daño, o al menos así lo interpreté yo.
El segundo acontecimiento que me ocurrió esa semana fue más personal. Metí la pata. Se me ocurrió dar un consejo a una persona a la que conocía poco. No era un mal consejo. Esa persona padecía (supongo que lo sigue padeciendo) un problema en la piel. Sin que me lo pidiera, le ofrecí una posible solución médica. Lo que recibí a cambio no fue un agradecimiento, sino un gran rapapolvo. Prácticamente me dijo que me metiera en mis asuntos. Tenía razón. Había cometido un error, el de asomar mis narices allá donde no eran bien recibidas. Lo peor de todo es que yo soy de los que huyo de los que quieren salvarme. Mea culpa. Lección aprendida.
Existe una versión audiovisual recitada por Luis Fernández Reyes.
domingo, 1 de junio de 2025
No me creo nada. Soneto junio 2025
Por no creer, no me creo ni mi propio soneto. Lo cierto, y esto es verdad de la buena, aunque el lector es libre de no fiarse de mí y de dar mis palabras por falsas, es que me creo muchas cosas. Por ejemplo, me trago algunas noticias, algunas aportaciones de la ciencia, ciertas propuestas religiosas, a algunos políticos y muchas cosas más. El problema lo tengo con las generalizaciones. No creo que haya alguien o algo siempre sincero y alguien o algo que siempre mienta. Sé que mucha gente no comparte esta opinión. Hay quien se cree todo lo que diga un individuo o un estamento si tiene confianza en él. Por ejemplo, dan por bueno todo lo que dice su periódico, su canal de televisión favorito, su partido político… Incluso puede ser suficiente el género del que dice algo para que se lo crean a pies puntillas. No es mi caso. Pienso que, la inmensa mayoría, unas veces mentimos y otras decimos la verdad. Lo que cambia es la frecuencia y la intención con la que se miente. Para mí, maldad y mentira no van de la mano. Uno puede mentir con buenas intenciones. Por el contrario, se puede decir la verdad para hacer daño. Prefiero una mentira piadosa a una verdad cruel.
Después de leer el párrafo anterior te preguntarás por qué he escrito este soneto. La respuesta es que hay demasiada mentira interesada rodeándonos. La prensa en España es bastante penosa. No es ni independiente ni de investigación. La mayoría de los periódicos son meros panfletos. Algunos vestidos con traje y corbata, pero panfletos en esencia. De Internet mejor ni hablar. Las falsedades, ya sean por ignorancia, intento de manipulación o por reírse de la gente, lo impregnan todo. La política es un estercolero. Las instituciones científicas tampoco se salvan. Los malabares estadísticos imperan en las revistas médicas haciendo que fármacos poco o nada eficaces parezcan el bálsamo de Fierabrás. En fin, por todos los lados te la intentan colar, y muchas veces lo consiguen. A pesar de eso, pienso que hay que conservar cierta esperanza e ingenuidad... y creer. No quiero convertirme en un escéptico radical. Quiero dudar, pero de forma limitada.
jueves, 1 de mayo de 2025
Plantaré un árbol. Soneto mayo 2025
Casi todos los sonetos que escribo, sin pretenderlo, son tristes, oscuros o deprimentes. En esta ocasión el protagonista parte de una circunstancia dolorosa, la pérdida de un ser querido. Está dispuesto a superarlo cueste lo que cueste. Si tuviera que describir este poema con una palabra, diría esperanza.