viernes, 1 de agosto de 2025

Garralela. Soneto agosto 2025

 




Garralela es una palabra que inventó mi madre. Es la fusión de otras dos: garrapata y lela. ¿Qué es una garralela? Eso es lo que he intentado explicar en el soneto. Espero que haya quedado claro, tan claro como que debes evitar a las garralelas.

Existe una versión audiovisual recitada por Luis Fernández Reyes.




martes, 1 de julio de 2025

Lascia la rosa. Soneto julio 2025

 




Este soneto es la consecuencia de dos acontecimientos que me ocurrieron en una misma semana. Comenzaré citando el más posterior, ya que fue, por decirlo de alguna manera, la chispa que hizo estallar la pólvora que había acumulado previamente. Esa chispa fue un recital de Samuel Mariño. Aunque no venga al caso, debo decir que fue un concierto fantástico. Recomiendo, a aquel que pueda, no perdérselo en directo. Ese intérprete es un prodigio de la naturaleza. Impresionante.

   El bueno de Samuel me sorprendió al cantar Lascia la spina, una pieza que conocía y no conocía. Conocía la música, pero desconocía esa letra. Seguro que a algunos lectores les sonará mucho más Lascia ch’io pianga. Ambas fueron creadas por Händel. Podríamos decir que se plagió a sí mismo. Primero compuso Lascia la spina y, unos años después, recicló la partitura y la introdujo en su opera Rinaldo, pero en esa ocasión con una letra diferente.

   La letra de Lascia la spina reza así: Lascia la spina; cogli la rosa; tu vai cercando; il tuo dolor. Puede traducirse por: Deja la espina, coge la rosa, vas buscando tu propio dolor.

   Es decir, el protagonista se recrea en hacerse daño, o al menos así lo interpreté yo.

   El segundo acontecimiento que me ocurrió esa semana fue más personal. Metí la pata. Se me ocurrió dar un consejo a una persona a la que conocía poco. No era un mal consejo. Esa persona padecía (supongo que lo sigue padeciendo) un problema en la piel. Sin que me lo pidiera, le ofrecí una posible solución médica. Lo que recibí a cambio no fue un agradecimiento, sino un gran rapapolvo. Prácticamente me dijo que me metiera en mis asuntos. Tenía razón. Había cometido un error, el de asomar mis narices allá donde no eran bien recibidas. Lo peor de todo es que yo soy de los que huyo de los que quieren salvarme. Mea culpa. Lección aprendida.


   Existe una versión audiovisual recitada por Luis Fernández Reyes.



domingo, 1 de junio de 2025

No me creo nada. Soneto junio 2025

 



Por no creer, no me creo ni mi propio soneto. Lo cierto, y esto es verdad de la buena, aunque el lector es libre de no fiarse de mí y de dar mis palabras por falsas, es que me creo muchas cosas. Por ejemplo, me trago algunas noticias, algunas aportaciones de la ciencia, ciertas propuestas religiosas, a algunos políticos y muchas cosas más. El problema lo tengo con las generalizaciones. No creo que haya alguien o algo siempre sincero y alguien o algo que siempre mienta. Sé que mucha gente no comparte esta opinión. Hay quien se cree todo lo que diga un individuo o un estamento si tiene confianza en él. Por ejemplo, dan por bueno todo lo que dice su periódico, su canal de televisión favorito, su partido político… Incluso puede ser suficiente el género del que dice algo para que se lo crean a pies puntillas. No es mi caso. Pienso que, la inmensa mayoría, unas veces mentimos y otras decimos la verdad. Lo que cambia es la frecuencia y la intención con la que se miente. Para mí, maldad y mentira no van de la mano. Uno puede mentir con buenas intenciones. Por el contrario, se puede decir la verdad para hacer daño. Prefiero una mentira piadosa a una verdad cruel.

   Después de leer el párrafo anterior te preguntarás por qué he escrito este soneto. La respuesta es que hay demasiada mentira interesada rodeándonos. La prensa en España es bastante penosa. No es ni independiente ni de investigación. La mayoría de los periódicos son meros panfletos. Algunos vestidos con traje y corbata, pero panfletos en esencia. De Internet mejor ni hablar. Las falsedades, ya sean por ignorancia, intento de manipulación o por reírse de la gente, lo impregnan todo. La política es un estercolero. Las instituciones científicas tampoco se salvan. Los malabares estadísticos imperan en las revistas médicas haciendo que fármacos poco o nada eficaces parezcan el bálsamo de Fierabrás. En fin, por todos los lados te la intentan colar, y muchas veces lo consiguen. A pesar de eso, pienso que hay que conservar cierta esperanza e ingenuidad... y creer. No quiero convertirme en un escéptico radical. Quiero dudar, pero de forma limitada.





jueves, 1 de mayo de 2025

Plantaré un árbol. Soneto mayo 2025

 


Casi todos los sonetos que escribo, sin pretenderlo, son tristes, oscuros o deprimentes. En esta ocasión el protagonista parte de una circunstancia dolorosa, la pérdida de un ser querido. Está dispuesto a superarlo cueste lo que cueste. Si tuviera que describir este poema con una palabra, diría esperanza.








martes, 1 de abril de 2025

La vida, sin más. Soneto abril 2025

 







Este soneto es solo un conjunto de reflexiones sobre la vida. Ya intenté algo parecido en "La mala profesora". Ese poema no tuvo una buena aceptación. Tampoco el vídeo, al que le dediqué bastantes horas que no obtuvieron recompensa. "La vida, sin más", tanto en la versión escrita como en la audiovisual, recitada por Luis Fernández, es un intento de darle un nuevo enfoque.





sábado, 1 de marzo de 2025

Bocaprieta. Soneto marzo 2025

 





Recientemente devoré una novela negra que me encantó. Su lectura me animó a escribir este soneto. Sigue los tópicos del género noir. Lo que más me gustó no fue su trama (era una historia de amor en el mundillo de las drogas), sino la forma en la que estaba escrita. El estilo y las palabras que empleaba el autor eran tan afilados como cuchillos. He intentado trasladar ese lenguaje cortante a mi poema para darle rudeza. No sé si he conseguido lo que buscaba. Tal vez el resultado solo sea una ordinariez. El tiempo lo dirá.


Hay una versión audiovisual recitada por Luis Fernández



sábado, 1 de febrero de 2025

De la galera a la tumba. Soneto febrero 2025


Desde hace un tiempo, en España, se ha ido retrasando la edad de jubilación. En unos meses habrá alcanzado el valor definitivo. Uno podrá retirarse a los 67 años (a los 65 si ha trabajado más de 38 años y medio). Hay quien opina que es demasiado pronto. De hecho, de vez en cuando surge lo que podríamos llamar una oleada de noticias dedicada a crear opinión pública en favor de retrasar más esa edad. Esas noticias se difunden por todos los medios: televisión, prensa, redes sociales… A mí me parecen campañas orquestadas por alguien que se beneficia del trabajo ajeno. En esas campañas no se incide en que un trabajador entrega al Estado, entre impuestos directos e indirectos, la mitad de su vida laboral. De 40 años de trabajo, solo disfruta de los beneficios de 20. La jubilación marca la devolución por parte del Estado de lo que previamente le ha sustraído al trabajador. La cuestión es que a una parte de los que controlan el Estado, porque el Estado no es un ente abstracto, sino que lo manejan personas con nombres y apellidos, no le hace ninguna gracia devolver ese dinero. Les parece mucho mejor emplearlo en quién les apetece y para lo que les apetece. Desde su punto de vista lo ideal sería que la gente trabajara hasta morir. Una forma de conseguir este objetivo es retrasar la jubilación. El trabajo no es salud, sino todo lo contrario. Esto no lo digo yo, sino que lo dicen estudios científicos. El año pasado se publicó uno muy interesante. Se titula The Effect of Removing Early Retirement on Mortality. Son sus autores Cristina Belles-Obrero, Sergi Jiménez-Martín y Han Ye. Clicando en la palabra enlace puedes acceder al documento.

Luis Fernández recita la versión audiovisual del soneto:





miércoles, 1 de enero de 2025

Año Nuevo. Soneto enero 2025


La población occidental puede dividirse de muchas maneras. Una nada útil estaría relacionada con la Navidad. Podíamos establecer tres grupos: el de los que les gusta la Navidad, el de los que no les gusta y el de los que ni fu ni fa. Este último sería el más pequeño. Es raro que esas fechas dejen indiferente. Más frecuente es que la ames o la odies.

Tengo la impresión de que en la infancia el grupo de los que la aman es mayoritario. Con los años muchos pierden la ilusión y cambian de bando. En edades avanzadas el grupo de los que la odian gana por goleada.

Yo tengo ya un buen montón de años. Sin embargo, me sigue gustando la Navidad. Eso no quiere decir que me sienta especialmente feliz o alegre. Me suele pasar lo contrario. La melancolía es mi sentimiento principal durante esos días. Una suave tristeza sin motivo. Algo similar le ocurre al protagonista del soneto Año Nuevo. Sin causa aparente, se siente mal al cambiar de año. Quizá es que, para él, pesa más lo que deja atrás que lo que espera recibir en el futuro. Aunque tenemos cierto parecido, yo no me lo tomo tan mal como él. Todavía soy capaz de manejar la mezcla de ilusión e incertidumbre sin que me estalle en la cara.


Existe una versión audiovisual recitada por Luis Fernández Reyes:



 

"Gracias" es un soneto que escribí para finalizar los actos de presentación del libro "Sonetos 2015-2024". Una forma de agradecer al público su asistencia y de animarlos a adquirir un ejemplar.

domingo, 8 de diciembre de 2024

Libro "Sonetos 2015-2024"

 



La editorial Olé Libros ha publicado un libro que recopila todos los sonetos que he escrito desde 2015 hasta 2024. Aunque todos esos poemas ya han sido publicados en el blog, no quería que desaparecieran en el ciberespacio en cualquier momento. Deseaba que estuvieran en papel. Si quieres comprarlo, puedes hacerlo en el enlace que pongo más abajo. Tiene un precio de 17 euros.


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